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Dejar de satanizar el divorcio y de sobrevalorar el matrimonio es lo que la periodista Valeria Fuenzalida propone a la comunidad que la sigue en @datodevalu.
El 9 de junio de 2020 será un día que la periodista Valeria Fuenzalida recordará para toda su vida: aquella tarde se divorció por Zoom. Nuestro país y el mundo atravesaba la primera ola del Covid-19 y todo era incertidumbre, pero ella logró lo que hace un tiempo pareciera improbable; con tan solo un clic, una ventana abierta en su computador y un trámite que no duró más de una hora, se divorció por la famosa aplicación y a los días siguientes fue portada de LUN en donde contaba su experiencia. Lo que vino de ahí en adelante fue un proceso personal de empoderamiento muy potente y en el que hoy, gracias a su propia experiencia, ayuda a otras mujeres que viven momentos como por los que ella pasó. “¡Dejemos de satanizar el DIVORCIO! Y dejemos de sobrevalorar el matrimonio como un cuento de Disney. ¡Basta con la esclavitud del desamor! ¿Cuántas parejas se mantienen juntas sin sentir nada?, ¿cuánta autoestima en el suelo por no ser coherentes entre el sentir y el hacer? ¿Cuánto sexo “por cumplir”? Todo por el qué dirán o por miedo a cambiar un status económico. Tomar la decisión es sumamente difícil, enfrentarse a la vida como mujer ya lo es y cuando hay hijos que dependen de ti en un alto porcentaje respecto a la crianza es sumamente complejo, pero les aseguro que cuando te atreves, puedes decidir sobre tu vida en completa libertad y eso es incuantificable”, cuenta Valeria.
En cierta forma, te has unido a un fenómeno global que consiste en ayudar a otras mujeres a empoderarse. Este es nuestro especial del Día de la Mujer. ¿Cuál es la importancia del amor propio en todo esto?
Es algo que sigo aprendiendo día a día. Creo que conocerte, reconocerte es para valientes y ese es un camino permanente hasta el final de tus días en el plano terrenal. Hay que estar dispuestos a mirarnos al espejo y reflexionar sobre la coherencia entre lo que somos y lo que estamos siendo en determinadas etapas de la vida. Los años pasan y una debe decidir cómo escribir sus luchas, asumiendo el costo de lo que ello signifique. Creo que las mujeres con las que comparto me ayudan más a mí, en este mismo proceso de autoconocimiento que comenté anteriormente. Sin embargo, en lo práctico y hermoso de esta ruta, entendí que sin una red de apoyo entre mujeres todo es más difícil y mi premisa es ser y estar para otras desde los distintos espacios que habito.
Uso mi Instagram (@datodevalu) para hablar sutilmente de mis procesos. Me he referido a la depresión severa que tuve, la importancia de un divorcio saludable, lo cotidiano, entrego datos prácticos y hasta hago regalos que me mandan distintas marcas. También hago clases para proyectos que ejecuta la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad Alberto Hurtado en temas de comunicación estratégica, liderazgo y diálogo social enfocado en mujeres, muchas emprendedoras como yo, y dentro de cada curso va el mensaje que hoy planteo. Lo del coach lo hago mediante los espacios que te conté y también apoyando a la facilitadora y periodista Rocío Fernández, dueña del centro Magas de la Tierra (@magasdelatierra) el cual se enfoca precisamente en fortalecer a las mujeres desde distintos ámbitos. Hablamos sobre sexualidad, crianza, autonomía económica, emprendimiento, conexión con el ser, entre muchas otras temáticas.
