Revista Velvet | El multiverso oriental le vuela la cabeza a los premios Oscar
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El multiverso oriental le vuela la cabeza a los premios Oscar

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El multiverso oriental le vuela la cabeza a los premios Oscar

POR Vero Marinao | 07 marzo 2023

¿Aún no han visto Todo en todas partes al mismo tiempo y quieren saber por qué logró 11 nominaciones al Oscar? Aquí las claves de esa delirante propuesta y otras películas con artistas orientales que han fascinado a los miembros de la Academia de Hollywood.

¡11 nominaciones! Una bizarra aventura en el multiverso y la más alocada película de los últimos años, Todo en todas partes al mismo tiempo (Everything everywhere all at once) logró el mismo número de nominaciones en los premios Oscar 2023 que El Padrino 2 en 1975 y se unió a las cintas con más nominaciones en la historia del cine, como Titanic (14), La la land (14) y El señor de los Anillos (13), entre otras.

El éxito de taquilla que combina los géneros de acción y ciencia ficción obtuvo nominaciones a mejor película, director, guion original, edición, vestuario, partitura, canción, actriz principal para Michelle Yeoh, actor de reparto para Ke Huy Quan y actriz de reparto para Jamie Lee Curtis –su primera nominación al Oscar– y Stephanie Hsu.

Se rodó en 38 días entre enero y marzo de 2020, justo antes de la pandemia, con un famélico presupuesto de 25 millones de dólares y los efectos digitales fueron hechos por un equipo de nueve personas, incluidos los dos directores, sin experiencia en el tema y usando tutoriales. Aun así, este año la cinta obtuvo más nominaciones que cualquier otra película. La epopeya bélica de Netflix Sin novedad en el frente y la comedia negra Los espíritus de la isla empataron en el segundo lugar con nueve. Le siguen Elvis con ocho y la casi autobiográfica Los Fabelman, de Steven Spielberg, con siete nominaciones.

Michelle Yeoh, la protagonista de Todo en todas partes al mismo tiempo, también hizo historia con su nominación a mejor actriz, la primera asiática en esa categoría en la historia de los Oscar. Yeoh dijo a The Hollywood Reporter tras anunciarse las nominaciones: “Ha pasado mucho tiempo. Pero creo que esto va más allá de mí. En este momento, constantemente, todo el tiempo, los asiáticos se acercan a mí y me dicen: ‘Puedes hacerlo, lo estás haciendo por nosotros’. Es como, ‘entiendo. Lo entiendo totalmente.’ Todo este tiempo, no han sido reconocidos, no han sido escuchados”.

Si es que los realizadores de Todo en todas partes al mismo tiempo, Daniel Kwan y Daniel Scheinert, conocidos como Daniels, logran arrebatarle el galardón a mejor director a Steven Spielberg se sabrá en la ceremonia del próximo 12 de marzo.

CRÍTICAS DISPARES

¿Cuáles son las razones del arrollador éxito de Todo en todas partes al mismo tiempo? Quizá su trama anárquica y alocada que recuerda que siempre es el amor lo que le da sentido a nuestra existencia, como señaló el diario The New York Times: “Si bien las frenéticas secuencias de acción y los vuelos de galimatías de ciencia ficción son una gran parte de la diversión (y el marketing), en realidad no son el objetivo. La película funciona por su ternura y encanto. Como en Eterno resplandor de una mente sin recuerdos o Intensamente de Pixar, la ingeniosa astucia aviva un corazón sincero y generoso”.

“La película es un viaje metafísico a un multiverso galáctico-cerebral, pero en el fondo, y también justo en la superficie, es un drama doméstico agridulce, una comedia marital, una historia de lucha de inmigrantes y una balada llena de dolor sobre el amor entre madre e hija”, agregó el diario.

El crítico de la revista New Yorker fue más drástico al considerarla una película sobrevalorada: “Los personajes no tienen identidad, los protagonistas están universalizados, despojados de historia y cultura, careciendo de cualquier conexión personal con el resto del mundo. Con sus lecciones de vida insípidas y falsamente universa- les de ética a bajo precio y costoso sensacionalismo, la película se presenta como un cínico y enfermizo tráiler de presentación para una película Marvel”.

BIENVENIDOS AL MULTIVERSO

Todo en todas partes al mismo tiempo narra la historia de Evelyn Wang (Michelle Yeoh) y Waymond Wang (Ke Huy Quan), que nacieron y se criaron en China y llegaron a Estados Unidos de adultos. El matrimonio es dueño de una lavandería en California y tiene problemas económicos y personales. La lavandería está en quiebra y Evelyn y Waymond se van a divorciar; ella es exigente y trabajólica, y él es sencillo e ingenuo. Su padre (James Hong), llamado Gong Gong (“abuelo materno”), está de visita desde China y la pareja trata de convencerlo de que han tenido éxito en su vida en Estados Unidos.

Su hija, Joy (Stephanie Hsu), acaba de salir de la universidad y es lesbiana. Cuando Evelyn le presenta a Gong Gong a la novia de Joy, Becky (Tallie Medel), como su “mejor amiga”, esa mentira destruye la relación madre-hija. El problema más grande y apremiante de los Wang son los impuestos: están siendo perseguidos por Deirdre (Jamie Lee Curtis), una despiadada funcionaria estatal. Ella amenaza con apoderarse del negocio y los bienes de los Wang.

Frente a esta pesadilla solo hay una salida: entrar al multiverso, el reino de todas las vidas alternativas posibles que podrían estar ocurriendo al mismo tiempo en muchos espacios y épocas diferentes y paralelas. El portal inicial al multiverso es el clóset del encargado de limpieza al final del pasillo de la oficina de Deirdre.

Waymond, hasta ahora un tipo tímido y nervioso, se convierte en un experto en artes marciales que cómicamente usa su banano como arma mortal. Rápidamente le explica a Evelyn que la estabilidad del multiverso está amenazada por un desquiciado con superpoderes llamado Jobu Tupaki, y que Evelyn debe saltar entre universos para ganar habilidades y salvarlo. Los saltos se logran haciendo algo loco (como orinarse, por ejemplo) y presionando un botón verde en un audífono. Así la oficina de impuestos se convierte en una academia de artes marciales.

A pesar del caos, el multiverso muestra rápidamente lo que no ocurrió: Evelyn, en lugar de irse de China con Waymond, se queda en casa y se convierte en una estrella de cine. Hasta va a una entrega de premios enfundada en un elegante vestido de gala. Las escenas de acción y de ciencia ficción están aseguradas en una delirante combinación de géneros donde predomina la comedia. Mientras Evelyn zigzaguea a través de varios multiversos, se encuentra con citas y parodias a Ratatouille, Kill Bill, Matrix, 2001, Odisea en el Espacio y Con Ánimo de Amar; un mundo donde los seres humanos tienen salchichas en lugar de dedos y una fiesta de cumpleaños infantil donde ella y su hija son piñatas.

Hay otro universo alternativo en el que Evelyn y Deirdre son amantes, uno en el que no existió vida y Evelyn es una roca y, por si no fuera poco, en Todo en todas partes al mismo tiempo, los multiversos interactúan. Incluso, en una escena, Jobu Tupaki transforma una rama de árbol en varios objetos y uno de ellos es una estatuilla del Oscar. Para saber si esa imagen se vuelve realidad hay que esperar hasta el 12 de marzo. Y si la actriz Michelle Yeoh, o sea Evelyn, llega con el mismo vestido de gala que aparece en la película, entonces el delirio ya no tendría límites.

ASIÁTICOS SE ABREN PASO EN LOS OSCAR

El camino para las películas y actores asiáticos en Hollywood no ha sido fácil. En 2020, la magistral película surcoreana Parásitos ayudó a visibilizarlos. En un logro inusual, ese año la cinta de Bong Joon-ho sobre las diferencias de clases sociales se convirtió en la primera película de habla no inglesa en ganar el Premio a Mejor Película (The Artist tenía nacionalidad francesa pero era muda). Además, ganó mejor dirección, guión original y mejor película internacional. La crítica fue prácticamente unánime. Una maravilla, dijeron.

No hay que olvidar que 2022 el filme Drive my Car, del director Hamaguchi Ryusuke, volvió a ganar el Oscar a la mejor película internacional y en 2021 por Nomadland, la directora china Chloé Zhao se convirtió en la primera asiática y la segunda mujer en ganar un Oscar en la categoría de dirección. Pero el verdadero hito ocurrió hace 72 años, cuando otra película oriental hizo historia al abrirse paso entre los Oscar por primera vez.

En 1951, la obra maestra Rashomon, de Akira Kurosawa, obligó a la Academia de Cine de Hollywood a crear una categoría nueva para premiarla. Así surgió el Oscar a Mejor Película Extranjera. Protagonizada por Toshiro Mifune y ambientada en el siglo XII, narra la violación de la esposa de un samurái y el asesinato de este a través de cuatro testimonios, cuatro versiones del mismo hecho, cada uno contando de forma marcadamente diferente, un guión revolucionario que marcó un antes y un después en la historia del cine.

Luego, en 1955 y 1956, las japonesas La puerta del infierno, de Kinugasa Teinosuke, y Miyamoto Musashi, de Inagaki Hiroshi, recibieron el Oscar a la mejor película extranjera, entonces llamado “premio honorífico”. La segunda y última película de Akira Kurosawa en ganar un Oscar fue Dersu Uzala (El cazador) en 1975. Fue su primera película en el extranjero y en colaboración con Unión Soviética.

Después, otras películas fueron nominadas pero no lograron el galardón, hasta que en 2009, más de medio siglo después, el filme japonés Despedidas, de Takita Yojiro, fue reconocido con el Oscar a la Mejor Película Extranjera, hoy Oscar al mejor largometraje internacional. Tampoco hay que dejar de lado el Oscar a mejor largometraje de animación de 2003 para El viaje de Chihiro, de Hayao Miyazaki.

DE MINARI A KARATE KID

La lista de actores asiáticos nominados a los Oscar son escasos y la lista de ganadores es todavía más pequeña. Solo la japonesa Miyoshi Umeki (Sayonara, 1957) y la surcoreana Youn Yuh-jung (Minari, 2021) han ganado la estatuilla a mejor actriz secundaria. “Nos categorizan como negros, blancos, amarillos, cafés. No está bien que nos dividan así, ¿saben? Si ponemos todos los colores jun- tos es mejor. Los colores realmente no importan”, dijo Youn, la actriz que interpretó a la abuela en Minari.

Por su parte, el camboyano Haing S. Ngor (The filling Fields, 1984) ganó en la categoría mejor actor secundario, mientras que el surcoreano Steve Yeun fue nominado por Minari, el primer asiático-estadounidense en entrar en esa categoría. Si pensamos en actores de raíces asiáticas, el legendario Pat Morita, quien nació en Estados Unidos de padres japoneses, fue nominado como mejor actor por Karate Kid. Todo esta histórica invisibilización de los actores orientales podría cambiar en los próximos Oscar.

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