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Tuvo su auge en la década de los 90, desapareció en los 2000, y ahora, tras la pandemia, ha vuelto con todo. Y sus beneficios aeróbicos y anaeróbicos lo hacen una excelente alternativa. Solo queda adquirir los conceptos básicos y la técnica.
Patinar era considerado la mejor opción a la hora de hacer actividad física a mediados y finales de los 90. Y en esa época eran millones de personas las que se consideraban “rollers”. Sin embargo, con el paso de los años desaparecieron sus fanáticos, y si bien intentó volver tímidamente en 2010, esta disciplina perdió a sus fans.
Pero, tras la pandemia, cada vez se puede ver a más patinadores circulando por las ciudades. Y así como para algunos se trata de una novedad, para otros es un regreso nostálgico.
Quizás sea porque se practica al aire libre, pero diferentes empresas del rubro aseguran que durante la pandemia los envíos aumentaron considerablemente.
¿Cuáles son los beneficios de patinar?
Los expertos coinciden en que este deporte trae beneficios aeróbicos y anaeróbicos. Y aseguran que se involucran una amplia variedad de músculos que quizás no se trabajan en otros deportes. Y se fortalecen los músculos estabilizadores de los abdominales y las pantorrillas, incluso, los internos y externos de los muslos.
Lo que diferencia a esta actividad de otras tales como caminar o el running, es que te mueves en un plano lateral, en lugar de hacerlo solo hacia adelante y hacia atrás. El patinaje lleva el cuerpo de lado a lado e involucra la zona central del cuerpo, mejorando el equilibrio.
Por otro lado, aseguran que patinar entrena el sistema nervioso al exigirle al cuerpo haga varios movimientos a la vez, como ponerse en cuclillas y empujar hacia los lados.
Además, realizar largos recorridos tiene beneficios adicionales para el futuro. Esto, porque proporciona una ventaja a nivel aeróbico, como correr, pero con menos impacto. A menos que se caiga, claro.
Por otro lado, aprender a deslizarse en equilibrio sobre un pie a la vez también es otro punto positivo. Ya que nuestro equilibrio alcanza su punto máximo a finales de los 30 y comienza a disminuir a partir de los 40. Además, después de los 65 años muchas caídas son precisamente debido a tropiezos y a la falta de equilibrio. Por lo que patinar regularmente agrega equilibrio a la rutina y el declive de este es más suave.
Ahora bien, patinar tiene sus riesgos. Por lo tanto lo ideal es dominar las habilidades, pero también protegerse con cascos, muñequeras y rodilleras.
