Pasarlo bien en el día a día es el secreto de esta pareja de comunicadores que disfruta intensamente la crianza de sus dos hijos. Cuentan que las risas y el buen humor son claves para mantener la relación que hoy los tiene, además, trabajando juntos en la radio.
Juan Pablo Queraltó acaba de cumplir 40 años y pareciera que tiene todo lo que siempre quiso. Lo mismo pasa con su esposa, Fran Sfeir (43). Al llegar a la casa de ambos en Chicureo, lo primero que queda claro es que, en esta familia, compuesta también por sus hijos Amador y Clemente, el amor, las risas y la diversión están ahí, a las 8:00 de la mañana, cuando los niños ya se fueron al colegio y la pareja se queda en la cocina, café en mano, para conversar con Velvet sobre lo que han sido estos años juntos.
Juan Pablo y Francisca se casaron en 2017 en una ceremonia rodeados de sus familias y muchos rostros de la televisión y del espectáculo. Ella es actriz, cantante y emprendedora. Ha actuado en teatro y conduce todos los sábados el programa “Sin Culpa” en TV+. Como cantante prepara nuevo material discográfico después de lograr hitos como telonear a Luis Miguel en uno de los shows que este dio en el país.
Esta entrevista la hacemos muy temprano un día de semana, ya que Juan Pablo debe viajar al mediodía a Antofagasta para seguir con las grabaciones de “Sabingo”, el programa de fin de semana que conduce en CHV y que lo mantiene con una agenda muy ocupada de lunes a viernes, visitando rincones y personajes desconocidos de Chile:
“Antes, cuando estaba en el matinal del canal, no sabía lo que eran las mañanas en la casa y ahora que estoy en ‘Sabingo’ puedo ir a dejar a los niños al colegio, estar más presente con la Fran y eso ha sido muy bonito”, cuenta el periodista que dio sus primeros pasos como notero y panelista de farándula.
Es impresionante cómo se le nota la química y el amor a esta pareja. Mientras ella habla, él la mira con devoción; lo mismo pasa cuando él responde, pues en los ojos de Fran se nota lo enamorada de su esposo.
Esa misma complicidad la traspasaron a su primer proyecto laboral en conjunto. Se trata del programa radial de Agricultura “Somos tan distintos”, un ameno espacio en donde entrevistan a destacadas figuras del país y en donde también se ríen de ellos mismos, todos los jueves a las nueve de la noche:
“La verdad es que hace mucho tiempo teníamos ganas de trabajar juntos con Juan Pablo porque sentíamos que era el paso natural que teníamos que dar. Le estuvimos dando varias vueltas a este proyecto hasta que llegamos a este formato que es una vez a la semana y que nos permite comunicar, que es lo que más nos gusta hacer”, añade Fran.
Con un ritmo de vida marcado por las actividades de sus hijos y el desarrollo profesional, la pareja es también embajadora de Skechers. Con modelos como los cómodos y prácticos Slip Ins, zapatillas que no necesitan atar cordones, se acompañan en su día a día.
–¿Cómo es su rutina en casa?
–Fran: El día parte cerca de la cuatro de la mañana cuando Amador (6 años) llega a nuestra cama para que le hagamos cariño y después, a la seis, es el grito de Clemente (4 años). Después a JP le da por hacer ejercicio (se ríe).
–Juan Pablo: No me dejes mal porque de verdad cuando estoy en casa trato de hacer ejercicio (también se ríe). Cada uno vestimos a uno de los niños para que vayan al colegio, después tomamos desayuno, hacemos las mochilas de los niños. Dependiendo de si me toca grabación, nos turnamos con la Fran para ir a dejarlos al colegio. Para mí, esa cotidianidad es muy importante y la valoro mucho. Hoy estábamos ambos haciendo el desayuno y miro a la Fran y le dije que le estábamos haciendo el desayuno a nuestros hijos (se emociona). Nuestras vidas cambiaron de una forma radical.
–Viven juntos, ahora trabajan juntos, ¿discuten en algún minuto?
Ambos se ríen y Juan Pablo se apura en contestar: “Hay ocasiones en que, evidentemente, tenemos puntos de vista diferentes, pero cosas muy puntuales. Ella me llama para retarme por algunas cosas cuando voy manejando”.
–Fran: Generalmente lo llamo para retarlo por temas relacionados a la crianza. Son acuerdos tácitos en algunos puntos, es como ‘ayer hiciste esto: les compraste un juguete a los niños y yo no puedo ser la pesada y tú el simpático’. Yo también me equivoco, no es solo él, pero yo lo reto (se ríe).
–Juan Pablo: Sobre el trabajar juntos en la radio ha sido un lindo camino recorrido estos meses, porque la gente nos dice que se nota mucho la complicidad. La Fran tiene un humor negro notable y suele agarrarme para el leseo varias veces; yo me río y eso se traspasa a la gente. Para mí, era un sueño poder hacer radio y la propuesta nace de la Fran. Este es otro sueño que se cumple. Es una súper mujer que logra llevar a buen puerto todas las ideas, ella lleva la batuta y me encanta verla así. Está muy realizada y me siento muy orgulloso de ella.
–Fran: La admiración es mutua. La forma que tenemos de entrevistar es distinta y ahí está el principal motivo de nuestro programa de radio, por eso el nombre “Somos tan distintos”. En mi programa ‘Sin Culpa’ en TV+ vengo desarrollando esta faceta más lúdica. La verdad es que siempre quise ser artista y comunicadora. Desde chica crecí en una familia muy conservadora y tradicional, y a mis papás no les causó mucha gracia que les saliera una hija artista por la parte económica. En vez de estudiar teatro, me recibí de arquitecta. Pero me di cuenta de que fui retrasando mi sueño y por eso ha sido tan larga la vuelta. Me decidí por hacer música y teatro a los 27 años. De ahí me ofrecen hacer “El Tiempo” en Mega y no he parado hasta hoy. Estoy haciendo teatro y también estoy haciendo cine en un proyecto del que contaré detalles más adelante.
–¿Cuál es la vía de escape que tienen? ¿Cómo se relajan?
–Juan Pablo: Para nosotros, una forma de hacer el amor es compartir un rico sushi con una copa de vino un sábado por la noche y reírnos de ambos.
–Fran: Nosotros nos casamos para pasarla bien y fíjate que con el tiempo eso lo hemos logrado. No tenemos grandes peleas y quisimos vivir la vida que tenemos.
–Juan Pablo: Estamos remando juntos para disfrutar la vida.
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