Revista Velvet | GOA: Más allá de la taquilla
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GOA: Más allá de la taquilla

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GOA: Más allá de la taquilla

POR María Paz Maldonado | 30 noviembre 2024

El estilo de vida “susegad”, tranquilo y calmado de los goanos, que atrae a nuevos empresarios y turistas, ha redefinido y elevado la personalidad de este popular estado en el sur de india. Conocida como “tierra esmeralda” por una vegetación que termina en playas doradas, es un oasis que todavía tiene a la vista su reciente pasado de colonia portuguesa.

Apenas nos subimos al avión desde Dubái a Goa, me inquietó que fuésemos los únicos turistas en todo el vuelo. Había leído mucho sobre este popular paraíso turístico de sol y playa en el sur de India, y por más que busqué con la mirada a alguien que no pareciera indio, no lo encontré. Sentados juntos a mí, en los estrechos asientos de estética ochentera, iban mi marido y mi hija de un año. De hecho, ella era la razón por la que yo buscaba con tanta insistencia a otro turista.

Me explico. Antes de viajar dudé bastante si era buena idea llevar a una niña tan pequeña a ese país; sin duda, maravilloso, pero también abrumador. Por eso, este destino tan conocido –como un oasis dentro de la inmensa India– fue lo que me dio calma y me hizo tomar la decisión.

Ya embarcada, vi a mi alrededor y rápidamente pensé: “Si es tan turístico, ¿cómo es que somos los únicos turistas viajando desde uno de los aeropuertos más transitados del mundo?”. En las tres horas que duró el vuelo, la inquietud siguió y me cuestioné mucho si esto había sido lo correcto: ¿Seré irresponsable por viajar con mi guagua a India? ¿Será una experiencia abrumadora de la que me voy a arrepentir?

Ya en tierra, tendría pronto las respuestas. En el taxi, un conversador chofer nos explicó con su limitado inglés que estaba comenzando la temporada de monzón y que nos preparásemos para días de lluvia intensa. Sentí alivio al escuchar la explicación a la falta de turistas que esperaba encontrar, y también me sentí algo tonta por nunca haber chequeado cuál era la fecha en que no se recomienda ir a Goa (que, por cierto, es desde junio a septiembre). Aunque honestamente tampoco me hubiese importado demasiado, siempre he pensado que viajar en temporadas bajas tiene su encanto: menos gente, mejores precios y una versión más auténtica del destino al que se llega.

Claro que el clima es el gran riesgo, pero esta vez jugó a nuestro favor y la lluvia fue mucho menos de la esperada para ser mediados de junio. Nada que nos impidiera disfrutar al máximo de uno de los estados más pequeños de la inmensa India, pero también de los más diversos y multiculturales.

Desde el hotel –el increíble Taj Cidade de Goa Horizon, que encontramos a un precio súper conveniente por ser, precisamente, temporada baja–, enclavado en la cima de una montaña de cara al Mar Arábigo, pude confirmar el título de “oasis de naturaleza y calma”. Acá, ese relajo en el ambiente tiene su propio nombre: susegad.

Playas kilométricas de arena dorada, aguas cristalinas y una selva tan frondosa que sentí que el oxígeno llegó directo a mis pulmones, considerando que vivo entre el desierto y el cemento de Dubái. No hubo dudas, habíamos llegado al paraíso del que tanto había leído.

CAPITAL DE FIESTAS ELECTRÓNICAS Y YOGA

En la década de los 60, Goa fue el destino al que llegaron cientos de hippies que buscaban libertad, buen clima, precios baratos y la legalidad de las drogas blandas (que ya no son legales). En esa misma tónica ‘alternativa’, Goa se convirtió en un referente mundial de la música electrónica con sus emblemáticas fiestas rave. Hoy, en menor escala, sigue siendo un epicentro del género y cada diciembre, el Festival Sunburn presenta un lineup con destacados artistas internacionales. De hecho, para la edición 2024 ya está confirmado el reconocido Dj alemán Boris Brejcha. El boom del yoga a partir de los años 70 también definió la personalidad de Goa, y no tardó en perfilarse como el destino perfecto para realizar retiros espirituales y de wellness en medio de playas paradisiacas.

Se llenó de hoteles y de retiros de yoga con la promesa de ‘paquetes todo incluido’, que en semanas te renovarían en cuerpo y alma. Otra pieza bien jugada y que fue un jaque mate ganador para esta localidad, que se instaló en el circuito como el destino más popular de India, incluso, compitiendo con sus vecinas Maldivas y las Islas Andamán (también pertenecientes a ese país).

NUEVA GOA

El crecimiento acelerado de la industria turística –y, más recientemente, el Covid– cambió las reglas del juego para Goa y la obligó a reinventarse. Hoy, las experiencias que ofrece están cambiando con nuevas narrativas y propuestas alejadas de lo típico o popular.

Las grandes empresas que llegaron con su boom siguen ahí, pero han ido adaptándose a los cambios de una clientela que mutó y que ya no busca sólo retiros de yoga, tenderse al sol o de ir de casino en casino (Goa es de los pocos estados de India en que esos sitios de juegos son legales).

Además, desde la pandemia, muchos indios han migrado desde las grandes ciudades hacia este punto costero en busca de un estilo de vida más tranquilo y de emprender con sus propios proyectos y sin tanta presión, algo impensado en ciudades como Mumbai o Nueva Delhi.

SIN OLVIDAR LA TRADICIÓN

Para conocer su cara más auténtica, visitamos su capital Panjim (o Panaji), en la desembocadura del río Mandovi en el Mar Arábico con construcciones de estilo portugués y sabores que nos recuerdan que Goa fue colonia de ese país hasta 1961.

Como anécdota, el concepto “susegad” que caracteriza al relajo que se respira en Goa viene de la palabra portuguesa “sossegado”.

Ese pasado reciente que también se hace vivo en su cultura, ya que –como en muchos países católicos– se asoma con colores y música en febrero o marzo (como será en 2025) en el gran carnaval que antecede la Cuaresma previa a Semana Santa. La mezcla de culturas durante los cuatro días de bailes, carros y desfiles callejeros, hace único a este evento.

Nos perdemos en sus calles empinadas, en el caos del comercio y en sus galerías de arte y cafés que crean un ambiente muy bohemio.

Para fascinarse con los colores y aromas más clásicos de la India, el mercado de Panjim es un imperdible. Aunque el Anjuna Flea Market, también es una parada obligada si quieres vivir el ritmo de la ciudad como un local.

Si lo que buscas son playas, a Goa la bordean increíbles arenales, desde pequeñas calas escondidas hasta extensiones kilométricas. Las del norte, como Arambol, Baga y Anjuna, son las más turísticas y con más ambiente nocturno. Mientras que las del sur, como Agonda y Galgibag, son más tranquilas y menos concurridas. Tanto así que, con un poco de suerte, entre octubre y marzo se pueden avistar tortugas corriendo por primera vez desde sus nidos hacia el mar.

¿Fue una irresponsabilidad llevar a mi bebé a Goa? Fue un regalo, y hacerlo en esa fecha, por partida doble. Finalmente agradecí no haber encontrado ningún otro turista en ese vuelo, porque nos permitió tener a Goa sólo para nosotros y disfrutar su versión más auténtica. En la ausencia de las masas pudimos reconocer su pasado, y sobre todo su presente y su futuro cada vez más único.

TENER EN CUENTA

Llegada: La principal terminal aérea es el Aeropuerto Internacional de Goa, en el pueblo de Dambolin. Desde ahí puedes tomar un taxi, tuk-tuk o transfer hacia tu alojamiento.

Dinero: La moneda oficial es la rupia. Para tiendas pequeñas lo mejor es tener efectivo, en los comercios más grandes, hoteles y restaurantes puedes pagar con tarjeta de crédito.

Idioma: El oficial de Goa es konkani. Pero también se habla mucho inglés, además de los locales hindi y marathi.

Transporte: Arrendar motos tipo scooter es muy popular, aunque el tráfico es caótico. Otra opción es tomar taxi o tuk-tuk (precios son muy convenientes). Si eliges transporte público, hay que saber que el sistema de autobuses está bien conectado, pero puede que no sea cómodo ni puntual.

Detalles: Siempre toma agua envasada y privilegia comidas bien cocidas. Esta última es muy sazonada, si te dicen que pica “un poquito”, dúdalo… Para visitas a templos y lugares sagrados es importante llevar pantalones o un pañuelo para cubrir tus piernas, en el caso de las mujeres, algo para tapar hombros y cabeza.

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