Acompañado de su abogado, Marcos García Montes, el actor Rodolfo Sancho llegó hasta la cárcel de la isla de Koh Samui para visitar a su hijo por primera vez desde que ingresó a prisión el pasado 7 de agosto acusado de asesinato y descuartizamiento del cirujano colombiano Edwin Arrieta.

El protagonista de la serie Mar de Plástico, aterrizó en el país asiático este domingo y se ha reencontrado con su hijo en una conversación que, aseguran los medios, duró tres horas.

El actor de 48 años, llegó hasta la cárcel donde se encuentra su hijo Daniel Sancho acompañado de su abogado. Como era de esperar, lo esperaban numerosos medios de comunicación. Ante la insistencia de los periodistas, Rodolfo aseguró que hablaría con ellos después del reencuentro con su hijo. “Luego, luego”, ha dicho.

Rodolfo estuvo dentro del centro penitenciario unas tres horas y a la salida transmitió a la prensa algunos mensajes que llevaba apuntados. Sus primeras palabras han sido su “más sentido pésame a la familia de Edwin Arrieta”. Así como también, ha mostrado su “máximo respeto a las autoridades tailandesas”. “Creemos en la Justicia y en cómo funcionan las cosas y no solo eso. Mi hijo ama profundamente este país, su cultura, su gente… por eso venía”, comentó.

El intérprete de El Ministerio del Tiempo también ha querido dar las gracias a las personas que lo apoyan y a la prensa que ha cubierto el caso de su hijo con rigor. “Agradecer el apoyo de toda la gente. Recibo mil mensajes todos los días de apoyo. Y agradecer a esa parte de la prensa que muestra respeto y se porta bien”, agregó. Por último, sobre proceso judicial, aclaró que esperan el informe de la Fiscalía “y hasta ese momento, en realidad, no podemos hacer nada más”.

Sobre cómo había ido el encuentro con su hijo, aseguró, “Bien, bien”, resaltando que no quiere entrar en detalles sobre la situación de Daniel en la cárcel. “No voy a contestar a preguntas personales”, dijo. Y sobre la pregunta si Daniel le ha explicado el porqué de lo sucedido. “No te puedo comentar ese tipo de cosas, insisto, esto es privado y cualquier cosa que se diga puede ser contraproducente”, reveló.

Por último, antes de marcharse del lugar, dijo no saber cuánto tiempo va a quedarse en Tailandia y que es la última vez que se referirá al caso. Por su parte, se dirigió a la prensa que no ha respetado su intimidad. “Aquellos que creen que estoy tirado por los suelos llorando, ese no soy yo. Hay dos formas de tomarse las cosas cuando vienen en la vida, como una desgracia o como un reto, creo que he dicho suficiente. No van a conseguir lágrimas de mí”, sentenció.