Revista Velvet | Pilar Sordo: Navidad y Año Nuevo diferentes
Tendencias

Pilar Sordo: Navidad y Año Nuevo diferentes

Pilar Sordo: Navidad y Año Nuevo diferentes
Tendencias

Pilar Sordo: Navidad y Año Nuevo diferentes

POR equipo velvet | 22 diciembre 2020

Por Pilar Sordo

Creo que a todos ustedes les pasará lo mismo que a mí, y es decir una y otra vez: “Ya llegamos a diciembre y no nos dimos ni cuenta”. O tal vez tu sensación es que este año se hizo eterno y que marzo es como otra dimensión.

A lo mejor, te pasan ambas cosas a la vez, y eso está muy bien.

Hoy está bien no estar bien. Y asumir nuestra montaña rusa emocional implica también aceptar que la dimensión del tiempo se nos alteró este año, más que en años anteriores. Todo parece cercano y lejano al mismo tiempo. Y no creo que eso haya que evaluarlo, sino sentirlo, sin juicios.

Recibo información todos los días, desde Europa hasta Tierra del Fuego, de lo que está pasando a nivel mental y emocional, en lo que al mundo hispano se refiere. Por eso, les puedo contar que hay dos situaciones que vienen pesando hace rato y que, seguramente, se van a quedar por un tiempo largo con nosotros.

1. En muchos países las crisis sociales, climáticas, políticas y económicas le han ido ganando espacio a la pandemia. Es como si esta última se hubiera puesto detrás del escenario, frente a estas realidades que además son tan diversas para cada país. Excluyo a Europa y muy luego también a Estados Unidos, porque los rebrotes han vuelto a colocar en un mayor volumen lo que pasa con el Covid-19.

2. La mayor sensación a nivel individual y colectivo son las tremendas contradicciones internas que tenemos todos con respecto a qué hacer y qué no hacer. Esto hace crisis frente a la incertidumbre que generan las fiestas de fin de año, donde muchos y muchas ya han tomado la decisión de no comprar regalos y también de no exponer a los mayores a situaciones de contagio. ¿Nos juntamos o no? es la pregunta del momento, donde el querer hoy parece enfrentarnos al desapego, a pensar en que, porque te quiero, mejor no te veo. Eso es muy difícil para los occidentales, quienes fuimos educados en mezclar la necesidad con el afecto, y en entender que el apego es una forma de expresión de amor.

Sin embargo, creo que hoy, por muchas razones, estamos llamados a la austeridad y a la simpleza; a tomar conciencia de que la responsabilidad es nuestra y que es la mejor manera de mostrar amor por nosotros y por el resto.

Este año, no todo el mundo adornará sus casas y otros empezaron a hacerlo desde mucho antes, para cambiar la energía. Todos buscaremos formas de estar cerca de maneras diferentes y entenderemos que lo esencial es invisible a los ojos.

Será una Navidad extraña, sobre todo para los que tienen mayores niveles de conciencia. También adquiere importancia algo que descubrí en la investigación que estoy haciendo: de qué manera salgamos de esto va a depender de hasta dónde nos atrevimos a entrar.

Serán fechas para evaluar y proyectar en forma diferente a otros años. Ojalá ello nos lleve al contacto con lo esencial, dejando lo superficial de lado y, sobre todo, pensando en el prójimo, más que en nosotros mismos.

Muchos estarán sin trabajo, con duelos a cuestas, con muchas soledades y contradicciones. Va a depender de todos y cada uno cómo ayudamos a que sean fiestas con sentido, con solidaridad, y que como red social real sostengamos a quienes lo van a requerir con urgencia.

Serán fiestas diferentes. Ni mejores, ni peores. Va a depender de nosotros cómo las vivimos y qué hacemos con ellas.

Te puede interesar