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Recientemente, una experta en realeza británica alertó sobre una “intensa ansiedad” que sufren los príncipes de Gales ante la idea de ocupar el trono del Reino Unido.
El príncipe William y Kate Middleton están viviendo un 2024 intenso, y la idea de tomar las riendas de la monarquía puede estarles generando sentimientos encontrados. En febrero se anunció que el rey Carlos III padecía de cáncer, y a sus 75 años, se ha visto obligado a disminuir su agenda real y obligaciones. Esto se ha traducido en más trabajo para el círculo cercano de la familia, generando también especulaciones sobre su abdicación.
Un mes después, y tras semanas de rumores, se reveló que Kate Middleton también luchaba contra un diagnóstico de cáncer, por lo que ambos estaban siguiendo los tratamientos indicados por sus médicos. Sin embargo, los expertos creen que estas conversaciones sobre el futuro de la Corona puede estar afectando negativamente a los primeros en la línea de sucesión al trono.
“La noticia casi simultánea del cáncer de Carlos ha colocado a William y su mujer aterradoramente cerca de ascender al trono justo cuando esperaban un lapso de tiempo, años, para criar a sus hijos fuera del ojo público. Me han dicho que esa perspectiva les está causando una intensa ansiedad“, ha revelado Tina Brown a The New York Times.
“Están a punto de estrellarse contra un muro de responsabilidad prematura. Congelados, sin preparación y con Kate gravemente enferma, ambos esperan la terrible carga de la Corona”, ha dicho la ex editora de Vanity Fair.
Una vez que William se convierta en rey, Kate Middleton será coronada reina. Y con ello llegan nuevas responsabilidades, así como también otras presiones. Por lo mismo, la solidez mental se vuelve esencial. Sin embargo, no siempre es fácil mantenerla. Otras princesas pasaron por algo similar, y el escenario no fue el mejor.
Tal es el caso de la princesa Charlène de Mónaco quien estuvo “deprimida, aislada y triste” durante su embarazo. Y no nos olvidemos de los viajes a Sudáfrica, donde ha pasado largas temporadas junto a su familia, alejada de la Costa Azul.
Por su parte, la princesa Mette-Marit sufría de ansiedad cada vez que debía tomar unavión. “Ya no tengo miedo a volar. Si tienes miedo a volar, empieza a meditar. No bromeo. Me ha ayudado, ya no tengo miedo. Y yo tenía miedo. De verdad”, declaraba la royal noruega en 2004.
En la Familia Imperial de Japón se habla de “las princesas tristes”. Y antes de ser emperatriz, la princesa Masako, esposa entonces del heredero Naruhito, arrastró por décadas una grave depresión crónica. La que aseguran habría sido causada por la presión de dar a la luz un varón. Afortunadamente, se dice que está mejor e incluso volvió a viajar el año pasado.
La sobrina de Masako, la princesa Mako, fue diagnosticada con un “trastorno de estrés postraumático debido a la excesiva cobertura mediática” de su relación con su pareja, el plebeyo Kei Komuro, desde el inicio de su relación en 2017. En 2021 Kei y Mako se casaron y ahora llevan una discreta y anónima vida en Nueva York.
A partir de la muerte de la reina Isabel II, la familia real británica no ha tenido paz. Y ante el escenario actual de la monarquía, aparecen las dudas sobre los deseos de William para la Corona. Y es que él mismo confesó no sentirse preparado. “Podría ser dentro de 40 años o en 6 años. No tengo idea de cuándo será eso y ciertamente no me quedo despierto esperando o deseando que suceda porque lamentablemente significa que mi familia se ha ido y no quiero eso”, dijo William en 2016 a la BBC cuando le preguntaron sobre los rumores de no querer convertirse en rey.
Es más, en el documental William & Harry: An Uneasy Trece, el exmayordomo de la princesa Diana, Paul Burrell, contó una anécdota de los príncipes. “Harry siempre supo que su hermano estaba destinado a ser rey y un día en el colegio tuvieron una gran pelea en la que el heredero pateó el suelo y dijo: ‘¡No quiero serlo!’, a lo que su hermano contestó, ‘bueno, si no lo haces tú, lo haré yo en tu lugar'”.
El escenario de los príncipes de Gales hoy no es quizás el mejor, y su familia atraviesa por un momento complicado y preocupación en temas de salud. Y tanto Kate como Carlos III, hoy priorizan su recuperación.
