Charlotte Casiraghi suma un nuevo capítulo a su historia con las letras. Tras cuatro años liderando los Rendez-vous littéraires rue Cambon de Chanel, un espacio que la ha conectado con autoras contemporáneas y con la obra de grandes figuras como Virginia Woolf o Colette, la princesa de Mónaco avanza ahora hacia una faceta largamente anticipada: la escritura en solitario.
En el círculo literario europeo, Casiraghi ha consolidado una presencia activa a través de recomendaciones de lectura y diálogos con escritoras como Maria Pourchet, Rachel Cusk y Sarah Chiche. Ese recorrido se suma a su interés formal por el pensamiento, marcado por su rol como presidenta de los Encuentros Filosóficos de Mónaco.
Ver esta publicación en Instagram
Con ese trasfondo, parecía natural que eventualmente diera el salto. Ya lo había hecho en 2018 junto al filósofo Robert Maggiori, con quien publicó Archipel des passions. Un libro construido a partir de conversaciones en torno a “la cuestión de lo sensible, de lo que nos afecta, de las fronteras o de la ausencia de fronteras entre las emociones, de su lógica, de su confusión a veces”. Según Vogue, esa obra reunía cerca de cuarenta entradas temáticas, entre ellas Amor, Crueldad, Modestia, Arrogancia y Dulzura.
Ahora, con un máster en filosofía y una trayectoria intelectual sostenida, Casiraghi presenta su primer libro firmado en solitario. Titulado La Fêlure (La fisura, en español), llegará a las librerías el 29 de enero de 2026. Y se describe como “una serie de reflexiones literarias, filosóficas y sensibles”. En sus páginas, la autora revisita a voces tan diversas como F. Scott Fitzgerald, Marguerite Duras y Anna Ajmátova, para desplegar lo que define como una “investigación literaria” sobre la idea de la fêlure.
El concepto aborda aquello que se quiebra sin romperse. En palabras de la propia descripción, “la fêlure no es exactamente una fractura. No es nítida ni abrupta. Es más sutil. Atraviesa el objeto sin llegar a fragmentarlo realmente“. También puede manifestarse en lo intangible: “una voz al borde de quebrarse, pero que no llega a romperse”, o incluso en un rostro donde aparece “un leve, pero real, estremecimiento”. El libro, según adelanta su sinopsis, no busca presentarse como “ni un tratado, ni un relato, mucho menos una confesión”.
La publicación de La Fêlure marca un paso natural en la expansión creativa de Charlotte Casiraghi y consolida una presencia literaria que ya había delineado desde la filosofía, los encuentros culturales y la curaduría de lecturas.
Ver esta publicación en Instagram
