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Trinidad Id y Macarena Jiménez son publicistas, amigas y emprendedoras. Hace casi dos años, y partir de la necesidad de una de ellas, las temidas grietas mamarias, fundaron Cala y trajeron a Chile las copitas de plata. En la actualidad se han convertido en un espacio que, en palabras de sus creadoras, es un aporte que pretende llenar ciertos vacíos sociales y emocionales.
Cala nació de una realidad. Mientras Trini se encontraba en el proceso de ver cómo y cuándo ser mamá, a Maca le sorprendía la falta de red de apoyo que tenían las mamás de guaguas y niños chicos. Y su contenido, que comparte a través de redes sociales, se enfoca en fertilidad, embarazo y maternidad, pero no en la crianza. Así como también, en cómo el convertirse en madre influye física y mentalmente.
Macarena explica que notaron la falta de temas en torno a la mujer y su salud mental cuando se trata de maternidad. “Existían grupos que hablaban de temas específicos como infertilidad, lactancia, apego y crianza respetuosa, pero sentíamos que no había ningún espacio que las convocara a todas y que las informara sin juzgar o teniendo una postura única”, afirma
Así, poco a poco pasaron de la realidad, a la comunidad. Y a través de posteos, historias reales, videos y expertos, han creado una conexión entre usuarias y especialistas, generando una experiencia diferente en la que ayudan y educan, pero sin saturar, idealizar o juzgar. Además, ponen especial foco en las necesidades más allá del rol de madre, aquellas expectativas de orden personal o profesional, que resultan igual de válidas. Como, por ejemplo, la criopreservación. Una opción para muchas mujeres que hoy se enfocan en su profesión, pero no descartan ser madres en el futuro.
Con casi 13 mil seguidoras en su Instagram @somos_cala, crearon un espacio para mujeres que, antes de Cala, no encontraban esta simbiosis. Y aquí tanto futuras mamás, como madres primerizas, las que tienen más de uno, y a las que debe recurrir a la ciencia para lograrlo, son bienvenidas.
Cala nació de la necesidad de apoyo e información, pero también de una realidad que viven muchas mamás: las grietas mamarias.
Así como Cala, las copitas de playa ya famosas en los chats grupales, “nacieron desde la necesidad real”, revela Trini, quien vive en Estados Unidos. Tras ser mamá por primera vez, buscaba una solución para las heridas durante la lactancia. Probó varios productos sin resultados hasta que llegó a las copitas de plata italianas de una marca reconocida en Estados Unidos y los resultados la sorprendieron en tan solo 24 horas.
Al notar el escaso conocimiento de las copitas en Chile y debido a su interés en la maternidad, se motivaron a emprender. Hoy, las producen en Italia y las traen al país bajo su propia marca. “Tienen un efecto casi mágico. Me olvidé de las cremas, luego de amamantar las copitas hacían todo el trabajo de cicatrización, y lo mejor es que pude heredarlas”, dice la ex senadora Marcela Sabat.
La influencer Janis Pope, afirma que “son espectaculares, cómodas y fáciles de usar”. “Ni cremas, ni parches, ni repollos, ni la receta de la abuelita, nada. 48 horas bastaron para que las grietas empezaran a mejorar. No hay dolor, no hay sufrimiento, solo amor y paz con Cala Cups, de verdad”, dice la maquilladora Maida DeSoto.
¿Cuál es el secreto? Están hechas en plata trilaminada al .999, y se componen de dos capas externas de plata y una interna de cobre. Esto las hace un producto resistentes golpes y re-utilizable (con cada uno de tus hijos). Además, como la plata tiene propiedades antibacterianas y funguicidas, ayuda a proteger y aliviar las grietas e irritación. Y gracias a sus beneficios naturales y a la retención de la propia leche materna, actúa como lubricante cicatrizante en un ambiente óptimo para sanar.
Además de la web www.somoscala.com, puedes encontrar las cositas de plata Cala en tiendas Baby Tuto, Mamás Mateas y Amarillo & Rosa.
Ser emprendedor no es fácil y así lo confirman Trini y Maca. Sin embargo, a veces tomar ese riesgo, es la mejor decisión. “Rechacé una muy buena oferta laboral y decidí manejar mis tiempos y espacios. No es fácil, es muy entretenido y sufrido a la vez, y me ha permitido desarrollarme en varias áreas que me gustan con gente que quiero y admiro”, comenta Trini Id.
Por su parte Maca dice que “fue esa oportunidad de ‘ahora o nunca’ luego de que me echaran de un trabajo en plena pandemia. Y dado que tenía el tiempo de hacerlo, nos pusimos a desarrollar esta idea que teníamos ganas de hacer juntas hace mucho tiempo. Todo pasa por algo, dicen”.
Maca Jiménez y Trini Id
Si bien emprender tiene dificultades, se debe resaltar lo mejor de ello, y estas emprendedoras han sabido sacarle provecho. “Poder desarrollar y ejecutar algo que crees que se necesita y no está aún da un placer muy reconfortante. Como fue el desarrollo de nuestras copitas de plata, o la visualización y educación de temas como la criopreservación”, comenta Trini.
“Además de trabajar con una muy buena amiga con la que siempre todo ha fluido naturalmente, aprender cosas que ninguna universidad ni trabajo me había enseñado. Tuve que hacer cursos de gestión, importación y emprendimiento, porque cuando quisimos desarrollar nuestro propio producto que se fabrica en Italia, necesitamos los conocimientos para hacerlo y ha sido de las cosas más gratificantes el saber de tantas áreas que en un trabajo normal, no las ves”, asegura Maca.
