Sabemos que la espirulina es un superalimento que nutre al organismo. Pero hay otras poderosas razones para incluirla en tu alimentación.

La espirulina es una cianobacteria en forma de espiral en color azul-verdoso y su fama de superalimento se debe a que posee una gran cantidad de proteínas, vitaminas y minerales. No por nada, muchas personas la incluyen en su alimentación diaria al ser una excelente opción para cuidar la salud.

Es práctica y fácil de incluir en la dieta

La espirulina se puede encontrar en distintas presentaciones, ya sea en polvo, pastillas o desecada. Lo ideal es que consultes a un especialista para elegir la mejor opción para ti, y que te sugiera la cantidad ideal para tus requerimientos físicos.

Purifica el cuerpo

Debido a su alto contenido de clorofila, la espirulina es ideal para desintoxicar y limpiar tu organismo. Para hacerlo, se recomienda agregar una cucharadita a tu jugo o licuado de la mañana en ayunas, durante al menos una semana. Mejora los niveles de energía y la piel luce más sana, aunque te pueden salir algunos granitos, pero es parte de la eliminación de toxinas.

Un boost para la actividad física

Si entrenas frecuentemente, la espirulina es ideal para crear masa muscular, ya que al tener una gran cantidad de proteínas, tus músculos se tonificarán y definirán más rápido.

El snack perfecto

Si quieres calmar los antojos de media tarde, la espirulina tiene efecto saciante, por lo que te hará sentir satisfecha durante más tiempo. Si quieres consumirlo en un batido, por ejemplo, puedes incluir: agua, media taza de avena, una taza de manzana verde, una cucharada de espirulina y una pizca de canela. Licúa y a beber.

Sube el ánimo

Al contener triptófano, un aminoácido que alivia el estrés y relaja el sistema nervioso, también mejora el estado de ánimo.

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Así como puedes consumirlo en smoothies, puedes hacer tu propio bowl con frutas de la estación. Una excelente idea de desayuno.

INGREDIENTES

• 2 plátanos (uno maduro y otro no)
• 1 kiwi o la fruta que quieras
• 2 cc de Espirulina en polvo
• 1 cucharadita de semillas de chía
• 1 taza de bebida vegetal
• Coco rallado
• Semillas de girasol o piñones, frutos secos, lo que quieras
• Semillas de sésamo blanco
• Medio mango

PREPARACIÓN

1. Poner, al menos un par de horas antes, las semillas de chía con la espirulina en polvo y la bebida vegetal en remojo.
2. Cuando veamos que ya se han hidratado, batimos en un procesador de alimentos o batidora de vaso, el plátano maduro y el medio mango.
3. Servimos en un bowl y, como toppings, colocamos el plátano en láminas y el kiwi, espolvoreamos un poco de coco rallado y las semillas.