Probablemente las zancadas, o lunges, sean los protagonistas de cualquier entrenamiento de HIIT y, al mismo tiempo, los ejercicios más odiados cuando hablamos de tren inferior. Sin embargo, sus bondades suman puntos.

Los expertos coinciden en que debería ser un ejercicio básico de la mayoría de rutinas. Esto porque ayuda a reafirmar y perder volumen en glúteos, piernas e incluso abdomen. Claro está, dependiendo del volumen e intensidad con la que se haga. Además, mejora el equilibrio, incrementa la flexibilidad de la cadera y ayuda a trabajar la coordinación del tren inferior.

Un aliado para combatir la celulitis

Sabemos que no hay dieta ni crema que termine de forma definitiva con la celulitis. Sin embargo, hay cosas que pueden ayuda a combatirla o, por lo menos, no empeorarla. Y la zancada es uno de esos ejercicios que ayuda a combatirla, combinado con un estilo de vida saludable y un régimen alimenticio equilibrado.

Es un ejercicio quemagrasas

En este caso, dependerá del volumen de repeticiones. Y los expertos resaltan que deben realizarse de forma correcta, añadiendo la intensidad y carga.

Para aumentar la intensidad y el peso…

Puedes usar tobilleras, o bien, mancuernas. A la hora de escoger el peso, aconsejan empezar con lastres (tobilleras) de 1 kilo de peso y así el cuerpo se acostumbra al peso extra. En el caso de las mancuernas es lo mismo, buscar un peso adecuado y a medida que el cuerpo se va acostumbrando, ir subiendo el peso.

Hay que destacar que existen varios tipos de zancada. Con salto, lateral, cruzada, con levantamiento posterior, entre otras. Pero puedes comenzar con la más simple, el paso hacia adelante.

¿Cómo hacerlas correctamente?

1. Párate con los pies separados al ancho de tu cadera.
2. Lleva una pierna hacia atrás haciendo una zancada con una flexión de rodilla.
3. Baja la parte superior del cuerpo manteniendo el equilibrio.
4. Utilizando principalmente el talón del pie, empuje hacia arriba y regresa a la posición inicial.
5. Repite el ejercicio con la pierna contraria.