Revista Velvet | Una prótesis nasal, una historia ganadora del Pulitzer y tres actrices en estado de gracia: los 20 años de “Las Horas”
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Una prótesis nasal, una historia ganadora del Pulitzer y tres actrices en estado de gracia: los 20 años de “Las Horas”

Una prótesis nasal, una historia ganadora del Pulitzer y tres actrices en estado de gracia: los 20 años de “Las Horas”
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Una prótesis nasal, una historia ganadora del Pulitzer y tres actrices en estado de gracia: los 20 años de “Las Horas”

POR Carlos Loyola Lobo | 26 enero 2022

A pesar de ser un drama existencial, Las Horas marcó la vida de muchas y muchos. No es raro que, a partir del 2002, año de su estreno, haya comenzado a ser mencionada en cuanta lista de películas favoritas de la vida de cualquiera de sus cercanos. Si no me cree, haga la prueba. Estuvo nominada a la cifra no menor de 9 premios Oscar, ganando únicamente el ya mítico entregado a Nicole Kidman, la primera vez que la actriz se puso una nariz prostática (Luego lo haría otra vez cuando hizo el fallido remake de La Hechizada y recientemente en otra que la tiene como seria candidata al galardón: Being the Ricardos).

Las Horas es hija de su época. Es un engendro muy bien pensado en la cabeza del cancelado Harvey Weinstein, que durante esa época era el amo y señor de Miramax, con un poder que trascendía su compañía sino que además abarcaba a todo Hollywood. La prueba de ello es ponerse a mirar la lista de los nominados al Oscar desde mediados de los 90 -ahí el hito lo marca El Paciente Inglés– e imponiéndose con el premio mayor el año que gana Shakespeare in Love, provocando polémica y disgustos. A partir de ahí, la influencia de Weinstein continuaría e iría en aumento. Lo curioso es que todos los años, intentaba colar en la entonces quinela de filmes nominados a Mejor Película, a la apuesta más artística entre sus cartas. Un filme de alto nivel, ojalá basado en una premiada novela y con actores de alta gama. Cine de qualité que vistiera al Oscar de arte pero nunca sin olvidar la masividad. En esa línea, producciones como El Discurso del Rey o The Reader, que le dio su primer Oscar a Kate Winslet, hablan muy bien de esa fórmula infalible absolutamente premeditada de Harvey Weinstein.

Las Horas es una suerte de comunión de esfuerzos exitosos para lograr ese cine de alto nivel, que le hace el quite a la masividad porque su drama es profundo, pero invita a ser masivo incluyendo en su elenco a un trío potente de divas del cine que nunca habían trabajado juntas: Nicole Kidman, Julianne Moore y Meryl Streep. Miramax convocaría a Stephen Daldry, quien venía de cultivar éxitos con Billy Elliot, para dirigir esta producción. En la música, el maestro de maestros Philip Glass, le daría ese clima de agobio machacante, la angustia infinita centrada en esos personajes, con su rúbrica melódica redundante que aplasta y a la vez eleva, en un soundtrack que hasta el día de hoy es de los más notables creados. Una historia basada en la novela de Michael Cunningham, ganadora ni más ni menos que del Pulitzer en 1999 y el no menos prestigioso Pen/Faulkner. Finalmente, un ejército luminoso y portentoso de secundarios, entre ellos: Ed Harris, Jeff Daniels, John C. Reilly, Claire Danes, Toni Colette, Allison Janney, Miranda Richardson, Margo Martindale, entre otros.

La gracia de Las Horas es que está todo tan perfectamente bien ejecutado, que todo aspaviento de alta cultura que el filme pueda trasuntar, queda bien disimulado e incluso se justifica. Los 20 años del estreno de esta película coinciden con el natalicio número 140 de Virginia Woolf, sucedido ayer pero por el que tendremos múltiples novedades durante el año sobre esta inigualable y portentosa escritora inglesa (Nicole Kidman interpretándola en la película). Y es que en Las Horas todo tiene que ver con ella, o digamos que es la gran piedra angular. Ella es quien escribe la historia -durante el periodo en el que se basa la película, está escribiendo su clásico La Señora Dalloway-, mientras hay otra mujer, décadas después en los años 50, que lee esta novela (Julianne Moore) y una tercera que vendría a ser la Señora Dalloway moderna (Meryl Streep), que en el presente de la película/novela organiza una fiesta para su amigo Richard, que está en su departamento muriendo de sida.

Esta es una historia muy en clave de lo que fue la obra de Virginia Woolf. Sobre el feminismo, sobre los lugares que ocupamos en la sociedad, pero sobre todo, de renunciar a nuestros deseos y necesidades primarias, de ser lo que somos y actuar en consecuencia. Por eso es que Las Horas, la película, a partir de su elenco de estrellas, intenta ser una película con espíritu masivo, pero el mensaje detrás es de muchísima mayor profundidad.

El año en que Las Horas estuvo nominada a Mejor Película, Kirk y Michael Douglas anunciaban el Oscar principal. Y era lógico que una película sin ánimos enaltecedores como Las Horas no ganaría en la categoría principal. El premio mayor fue para Chicago. Un año donde competía Gangs of the New York de Martin Scorsese, El Pianista de Roman Polanski y El Señor de los Anillos: Las Dos Torres. Fue un buen año, que no quede dudas. Pero la grandeza de juntar a tres actrices memorables entregando un trabajo delicado y sentido y con una historia sensible y profundamente humana, es la razón por la que Las Horas se convierte en esas películas que se quedan. Porque el Oscar pasa. Aunque igual Weinstein terminó celebrando. Miramax fue también la compañía detrás de Chicago. El ojito.

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