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Una encuesta de The Better Sleep Council publicó que 1 de cada 3 norteamericanos dijeron dormir peor y tener un concepto negativo de su pareja cuando comparten la cama con ellos. De ahí que no resulte extraño que cada vez sean más las personas que optan por dormir en camas separadas.
Esta es una tendencia de descanso que ha aumentado en los últimos años, a tal punto que en los Estados Unidos, Gran Bretaña y Europa ya se le adjudicó el término de sleep divorce.
La encuesta también arrojó cuáles son las causas más comunes por las que se origina este malestar. Y quienes participaron en ella coincidieron en dos razones principales: que el otro se mueva demasiado durante la noche y los ronquidos.
Ahora bien, los expertos afirman que el hecho de algunos lo hagan, no significa que todos deban hacerlo. Pero muchos cuenta lo bien que les hizo descansar por separado a la relación. Cada pareja tiene su propio modo de ser y convivir, por lo que no hay cosas que estén bien o mal. Pero sí es importante, plantean, que sea de mutuo acuerdo. Así como también, que haya claridad en las razones por las que se realiza.
En este caso, los profesionales sobre psicología en pareja, afirman que el dormir en pareja es de cierta forma un tema tabú. Y romper algo que es un tipo de “norma social” como lo es dormir en pareja requiere determinación y esfuerzo. Por otro lado, también explican que no siempre fue así en la historia. Por ejemplo, en la época de los romanos, la cama en común era solo para encuentros sexuales, pero no se dormía en pareja.
Con la caída del Imperio, la cama era un lujo de reyes y aristócratas. Y fue recién con la universalización de la Iglesia Católica que se introdujo el “deber matrimonial” de compartir la cama, tal como señalan los libros, para cumplir con el objetivo del matrimonio y la relación sexual. Es decir, la procreación.
El divorcio del sueño
Dicen los expertos en psicología de pareja, que dormir separados no necesariamente va a significar algo negativo. Además, hay parejas que deciden dejar de compartir la cama o habitación por temas de comodidad al dormir.
Quienes duermen en la misma habitación están propensos a sufrir de más disturbios nocturnos como ronquidos, movimientos, giros y diferentes horarios de sueño, entre otros. Y, a largo plazo, esto puede conducir a problemas de salud, disfunción sexual o peleas según publica un estudio de Universidad de California, Berkeley.
Wendy Troxel, científica y especialista en sueño, dice en su libro Sharing the Covers: Every Couple’s Guide to Better Sleep, que hay un momento perfecto para pedir un divorcio de sueño. Y para plantearlo asegura: “Les digo a las parejas que traten de pensar en ello no como una solicitud de divorcio, sino como algo que va a forjar una alianza de sueño ya que al final del día, no hay nada más saludable, feliz e incluso más sexy que una buena noche de sueño”.
Otro de los factores a considerar, es que no tiene por qué ser todas las noches. Y es que no existen fórmulas universales cuando se trata de la pareja.
