El año pasado, Rafael Nadal se vio obligado a quedarse fuera de los torneos debido a una serie de lesiones que lo aquejaban. Los rumores sobre su próximo retiro no demoraron en aparecer. Sin embargo, el español lleva un año espectacular y ya suma el Abierto de Australia y ahora el Roland Garros número 14 de su carrera, sumando su Grand Slam número 22. Pero, ¿de qué se trata la enfermedad que lo alejó de las pistas el año pasado?

El culpable de dicha situación tiene nombre: osteocondritis del escafoides o síndrome de Müller-Weiss. Y se ha convertido en el peor enemigo del tenista español. Según los expertos, es rara, incurable, inoperable y degenerativa, y Nadal lleva conviviendo con ella desde hace más de 15 años, manteniendo su nivel a pesar de las molestias y el dolor. “No me acuerdo de jugar sin dolor. Es complicado”, aseguraba a un programa español dos años atrás.

Un “viejo compañero” que lo hizo parar y así lo anunció a través de sus redes sociales en agosto de 2021. “Sinceramente llevo un año sufriendo mucho más de lo que debería con con mi pie y necesito tomarme un tiempo. Después de haberlo hablado con el equipo y familia se ha tomado esta decisión y creo que es el camino a seguir para intentar recuperarme y recuperarme bien”, escribió en ese momento. Con el objetivo de “encontrar una solución a este problema o al menos que mejore de cara a poder seguir teniendo opciones durante los siguientes años”. La lesión no le permitió estar en Wimbledon ni en los Juegos Olímpicos de Tokio. Y cuando se preparaba para el US Open, el malestar volvió.

Hola todos: quería comunicaros que desgraciadamente tengo que poner fin a la temporada 2021.
Sinceramente llevo un año sufriendo mucho más de lo que debería con con mi pie y necesito tomarme un tiempo.

— Rafa Nadal (@RafaelNadal) August 20, 2021

El síndrome de Müller-Weiss es una deformidad del hueso escafoides. Si bien tiene origen en la infancia, y no suele provocar síntomas hasta la edad adulta. Y es precisamente este detalle el que lo hace difícil de diagnosticar. Además, explican que se produce durante el crecimiento y conformación del pie, siendo atribuible a la mala nutrición o a circunstancias mecánicas de sobrecarga, que no permiten el desarrollo normal. Entre sus síntomas destaca el dolor agudo y crónico en la parte superior del pie, el que puede ir acompañado de dolor o artritis en las rodillas.

Es una enfermedad poco común, pero suele manifestarse precisamente en deportistas de élite. El tratamiento de Nadal consiste en intentar corregir el problema usando plantillas especiales y zapatillas adaptadas con el fin de lograr apoyar el pie con mayor comodidad para poder competir de la mejor manera posible.

Antes de la final del torneo francés le preguntaron al tenista manacorí si prefería llevar el título o un pie nuevo, y su respuesta fue evidentemente la segunda. Antes de entrar a la cancha el día de hoy, las suposiciones sobre un retiro volvían a la carga, pero la garra del español continúa siendo superior. Si bien no estará en Wimbledon, aseguró en su discurso que seguiría luchando.