Han pasado casi 18 años desde que su vida cambió el 1 de noviembre del 2003 después de que desde el Palacio de la Zarzuela se anunciara el compromiso matrimonial de Felipe, entonces príncipe de Asturias con la hasta esos días, periodista de televisión. De ser conocida como el rostro ancla del noticiario central, Letizia Ortiz Rocasolano pasó a ser la protagonista de la noticia.
Fue así como el 22 de mayo del 2004 se convirtió en Princesa de Asturias y diez años más tarde en Reina. Madre de dos hijas: Leonor, nacida a fines de octubre de 2005, y Sofía, que llegó los últimos días de abril de 2007. Durante estos años, Letizia ha intentado reinventarse y tratar de asumir su lugar y poner su sello dentro de los protocolos y la institución de la corona española. Cosa que no ha sido del todo fácil.
Su primer cambio llegó tras el nacimiento de Leonor, con el que cumplió con su primer cometido: la continuidad dinástica y, además, con una niña llamada a ser la futura reina de España. Fue así como la hoy Reina comenzó a soltar ataduras y empieza a construir un personaje en torno suyo y a influir positivamente en la imagen de su marido, Felipe de Borbón.
A finales del 2006 se confirmó su segundo embarazo y en forma inédita se anunció el sexo de la criatura. Sería otra niña, Sofía, por tanto Leonor continuaría siendo segunda en la línea sucesora al trono. Cuando estaba en este segundo embarazo, Letizia sufre el golpe más duro de su vida: su hermana menor, Erika, se quita la vida con solo 31 años.
Los años siguientes, al mismo tiempo que aumentaba su popularidad, nacían las primeras críticas: por su vestuario, por sus comentarios, por lo poco espontánea que muchas veces lucía. Por cada elogio había una crítica. Eran los tiempos cuando se conocieron los conflictos de la Infanta Cristina por los negocios de su marido, Iñaki Urdangarín, y la vida que llevaba su suegro, el Rey Juan Carlos, aunque nunca lo expresó se sabía que no era de su total agrado. En medio de una crisis matrimonial durante el verano de 2013, Letizia y Felipe terminan conciliándose al iniciarse el proceso de abdicación de Juan Carlos.
El 19 de junio del 2014 fue su gran día. Felipe de Borbón fue proclamado rey de España y Letizia alcanzó el título de reina. Desde entonces, ya controlando su propia vida, ha sabido imprimir un nuevo aire a la corona, sin perder la personalidad e imponiendo un nuevo estilo
En estos últimos días, y con el creciente protagonismo de la Princesa Leonor, a Letizia se le ha visto inspirada en la preparación de su hija, quien en las últimas semanas partió lejos de sus padres, a un internado en Inglaterra para terminar su preparación académica. Todo al servicio de la corona española.