La historia de la reina de Países Bajos, la argentina Máxima Zorreguieta, llega a la pantalla de Latinoamérica con una serie que lleva su nombre y cuyo estreno internacional tuvo récord de sintonía y también polémica.
Era cosa de tiempo para que le tocara su turno. Tras el éxito del hit de ficción histórico “The Crown”, rápidamente cadenas de TV y varias plataformas se entusiasmaron y pusieron en marcha diferentes producciones que llevan a integrantes de la realeza a la pantalla. Así, mientras preparan series sobre la juventud de la reina Margarita de Dinamarca y la familia real de Suecia, este agosto la protagonista será una argentina que utiliza con propiedad su corona en los Países Bajos, una latina de numerosas portadas y que ahora sumará un ‘drama royal que llevará su nombre: “Máxima”.
Esta recreación histórica –que estrena HBO y su streaming MAX– recorrerá la apasionante historia de Máxima Zorreguieta (53), desde sus primeros años en Argentina y educación en Nueva York, hasta su compromiso con el actual rey Guillermo Alejandro de Holanda (57).
La vida de la reina Máxima puede parecer un cuento de hadas, pero en la práctica está más cerca de una serie de televisión. Fue en 1999 cuando ella y el heredero al trono coincidieron en la Feria de Abril en Sevilla. El entonces príncipe Guillermo de Holanda trabajaba en una empresa dedicada a la banca y fue en la caseta del Club Aero de esa ciudad donde se vieron por primera vez para no separarse nunca más. Sí, la chispa fue inmediata y, al poco tiempo, los rumores de una relación fueron confirmados por la casa real holandesa. Tres años después de aquel cruce de miradas en España, dieron el “sí, quiero” en el altar.
Sin embargo, ese camino a la iglesia no fue nada suave a partir del compromiso, pues la argentina no pudo evitar la polémica. Tal como evidencia la historia reciente, no hay mujer plebeya moderna que llegue a algún palacio sin ser víctima de su propio pasado. Eso bien lo saben la reina Letizia de España y la duquesa de Sussex, Meghan Markle.
En el caso de Máxima, los reportes fueron más delicados debido al alto cargo político su padre, Jorge Zorreguieta, durante la dictadura militar, bajo el mando del general Jorge Rafael Videla. Un dato que resintió la opinión pública.
Con ese antecedente, su gran episodio amargo lo vivió el mismo día de su matrimonio, el 2 de febrero de 2002, ya que los padres de la futura princesa, por orden real, no pudieron estar presentes.
El Parlamento holandés se opuso a que el suegro del actual rey pisara el país. Por eso tuvo que conformarse con ver la ceremonia desde Londres junto a su señora, María del Carmen Cerrutti. Drama que la novia, antes de casarse, no evitó, declarando a los medios que era una situación “terrible”, pero que “entendía los sentimientos de los holandeses”, asegurando que lamentaba “la dictadura, las desapariciones y las muertes”.
En la actualidad, esa situación cambió. La nube oscura sobre Máxima se ha disipado, sobre todo, tras la muerte de Jorge Zorreguieta, en 2017; por eso es habitual ver a su madre pasando largas temporadas en Holanda junto a ella y sus nietos.
Pero el destino traería un nuevo y duro golpe a su vida. En 2018, su hermana menor, Inés, con sólo 33 años, se suicidó en su casa de Buenos Aires. A partir de esta experiencia, Máxima se volcó a temas de salud mental. Y como si se tratara de la calma antes de la tormenta, mientras superaba esta gran pérdida, supo de las amenazas de muerte para la mayor de sus tres hijas, la heredera al trono, Amalia de Orange (20).
En 2022, el marroquí Karim Bouyakhrichan, supuesto líder de la Mocro Maffia, amenazó de muerte a la princesa heredera. Justo cuando Amalia estaba a punto de mudarse a Ámsterdam para seguir sus estudios de Política, Psicología, Derecho y Economía, ciudad donde se originó la temida organización criminal. Ante la amenaza, la joven tuvo que volver al palacio de La Haya bajo fuertes medidas de seguridad. Meses después, sus padres la enviaron a España. “No puede vivir en Ámsterdam y no puede salir (…). Esto tiene enormes consecuencias en su vida”, declaró entonces la reina Máxima.
Recientemente, Amalia retornó al escrutinio popular. Esto porque hace dos años, la heredera al trono renunció a los 300.000 euros anuales por concepto de asignación, y también a los 1,5 millón que le corresponden según la ley al cumplir 18 años. Algo que fue muy bien recibido por el pueblo. Sin embargo, en junio de este año cambió de parecer, justificando que lo “guardaría para su futuro”. Una decisión que causó un efecto negativo.
El episodio de Amalia no marcó la peor polémica para esa familia. Esta tuvo de protagonistas a los reyes en la pandemia. En 2020, las encuestas evidenciaban una aguda caída en la popularidad del monarca y en la confianza en la institución. Y de acuerdo con un estudio realizado por la agencia Ipsos, mientras en abril de ese año el 76% de los holandeses afirmaba tener mucha confianza en el rey, esta bajó a un 47%, en diciembre.
¿Cuál fue la razón tras el desplome de esa apreciación positiva? Primero vino la compra de un yate de lujo que Máxima regaló a Guillermo por su cumpleaños. Esto desató las críticas y fue considerado un escándalo, precisamente, debido a la difícil situación que se vivía a nivel mundial.
Al yate se sumaron las vacaciones en Grecia, donde la pareja aparecía sin mascarilla en un restaurante y no respetando la distancia social. Las opinión pública fue transversalmente negativa, pero, al parecer, no aprendieron del error: meses después, causaron un revuelo tal que tuvieron que regresar a Holanda. Y para cerrar la temporada, en diciembre de 2021, se vieron obligados a ofrecer disculpas de nuevo, tras celebrar la mayoría de edad de Amalia. Según el gobierno, fueron 21 personas, aunque en realidad había más de 100, lo que provocó la indignación de los holandeses en medio de las restricciones por el Covid-19.
Ante todo, la reina de Holanda ha mostrado que sabe sobreponerse a los duros golpes del destino y polémicas que rondan la Casa de Orange-Nassau. Su personalidad fuerte, destacada por los biógrafos, la ha ayudado a adaptarse a distintos escenarios.
Hoy, madre de tres hijas –Amalia (2003), Alexia (2005) y Ariane (2007)–, se desempeña con gran soltura y logró ser parte de la corte europea, superando todo tipo de obstáculos que son ajenos a personas criadas fuera de ese círculo aristocrático. Pero con su vida representada este año en una serie, el escándalo vuelve al palacio.
El estreno de “Máxima” se realizó en Países Bajos el 20 de abril, producción que se basa en el libro “Máxima Zorreguieta. Madre patria”, escrito por Marcia Luyten. Ahora es turno de Latinoamérica, con su exhibición en HBO y plataforma Max en agosto.
“Desde que la presentaron, en 2001, todo un pueblo se rindió ante la inteligencia y carisma de Máxima Zorreguieta, esta chica que había enamorado al príncipe heredero y que venía de la Argentina. Quise conocer más sobre sus orígenes y qué la llevó a ser quién es”, dijo la autora del libro, en una entrevista con el diario transandino La Nación, al momento de su lanzamiento. Si bien ella no tuvo la autorización de la casa real, tampoco se opusieron a su trabajo.
La protagonista es la guapa actriz argentina Delfina Chaves (28), quien comparte cámara con el holandés Martjin Lakemeier (30). La primera temporada de la serie tiene seis episodios de 50 minutos. Y su exitoso estreno, con 700.000 espectadores en el primer capítulo, dividió a los holandeses. El diario De Telegraaf afirmó que fue “un muy buen logro” de la historia, mientras que el Algemeen Dagblad (AD) afirmó que “la producción supera las elevadas expectativas”.
“Se ve nada más y nada menos al rey y a la reina jugueteando bajo las sábanas. Es como ver a los padres en su juventud, algo muy molesto para las princesas”, añadió AD, uno de los principales matutinos de los Países Bajos. En sus páginas se señaló que esas escenas “provocan una ligera molestia” y que la serie “hubiera podido evitarlas”. Críticas que pueden sorprender si se entiende a Holanda como uno de los países más avanzados de Europa en temas como el uso de marihuana y matrimonio homosexual.
Por su parte, la productora ejecutiva de la serie, Rachel van Bommel, afirmó en el comunicado oficial que “la historia de Máxima es cercana e inspiradora, y está contada desde el punto de vista de una mujer fuerte e independiente. Cuando se escribe una serie basada en hechos reales, uno tiene que preguntarse constantemente dónde está la verdad y la exactitud”. Y enfatizó: “Para ello nos servimos de la extensa y minuciosa investigación que Marcia Luyten realizó para su libro, así como de la investigación posterior que hicimos nosotros mismos. Las escenas están escritas a conciencia. Siempre vamos a ver cómo la serie se desarrolla a través de los ojos de Máxima”.
En conversación con Atresmedia, su protagonista, Delfina Chaves, comentó: “Me encanta que se pueda ver a la reina antes de serlo, la persona que hay detrás, la joven que se tuvo que aprender los protocolos, el idioma… El papel de Máxima es también interesante porque es una persona que ha sido criada con unos valores que ahora se tiene que cuestionar. La serie plantea temas que son muy universales como, por ejemplo, tener que enfrentarte a tu familia. Para mí, es un sueño hecho realidad, un honor y un privilegio que la serie se estrene en España. Soy muy feliz”.
La serie Max Original es desarrollada por Millstreet Films y Videoland (RTL Holanda), está dirigida por Saskia Diesing y debuta este agosto a América Latina. Fue filmada en España, Países Bajos y Nueva York, mientras que la mayor parte de las secuencias de Buenos Aires se localizaron en Europa debido a sus similitudes con esa ciudad. Debido al éxito, ya planean una segunda temporada, cuyo rodaje empezará en octubre y donde “se podrá ver cómo Máxima descubre que mantener el amor de los neerlandeses no es tan fácil como conquistarlo”.
