Revista Velvet | Level UP: Barré, más que un plié
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Level UP: Barré, más que un plié

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Level UP: Barré, más que un plié

POR Sole Hott | 11 septiembre 2025

Primera posición, plié y… aquí no necesitas saber de ballet, sino más bien impregnarte de la danza clásica para tonificar y trabajar tu cuerpo frente a una barra. Una clase altamente estética, funcional y muy emocional.

Fotos Fitwomen Studio 

Mi relación con el deporte es algo intensa. Me gusta moverme y cansarme, y no hay día en el que no haga ejercicio, incluyendo disciplinas como running, natación y preparación física. Por lo mismo, esta vez decidí probar algo que, a distancia, creía más pausado: el barré.

Si bien para muchos puede parecer una disciplina nueva, data de los años 60. De acuerdo a un artículo publicado por ABC.es, su nombre nació en Londres por una bailarina que, a raíz de una lesión de espalda, combinó su conocimiento sobre ballet con sus ejercicios de rehabilitación, llegando a crear una disciplina nueva que hoy conocemos como barré.

Sin tener conocimiento profundo al respecto, para mí todo sonaba a ballet con una barra. Sin embargo, me encontré con una fusión de movimientos de yoga, pilates y ballet, al ritmo de la música. Y se centra en movimientos pequeños y controlados, por medio de repeticiones, para trabajar los músculos hasta la fatiga.

A primera vista, la estética como de sala de danza llama la atención, pero a medida que lo conoces en profundidad, entiendes por qué se ha generado una comunidad barré que crece día a día.

PRIMERA POSICIÓN, PLIÉ Y SUDOR

Para conocer más de este método tan popular, llegué hasta Fitwomen Studio by Mica Martini, un centro solo para mujeres donde encuentras barré, yoga, pilates y clases de fuerza, además de un club de running. Un lugar especial en el que su energía se siente apenas cruzas la puerta, y la luz que llega hasta ahí, inundando la sala de clases, es parte ineludible de su esencia. Aquí, la filosofía es vivir experiencias para conectar, donde el movimiento se convierte en parte de tu estilo de vida.

“Siempre quise abrir un espacio para mujeres y formar una comunidad donde se sintieran seguras y cómodas, no importando si habían hecho deporte antes, si estaban embarazas, si tenían alguna inseguridad con su cuerpo o algo que las retuviera de moverse”, cuenta Mica, entrenadora, kinesióloga, Health Coach y mamá de Rafa.

Mica nunca realizó ejercicio hasta los 24 años, y ahora lleva ocho, motivando a mujeres a comenzar sus hábitos saludables, a hacer deporte y dedicándose a lo que ama. Una comunidad que comenzó con clases de entrenamiento funcional en el parque en 2017 y que hoy crece día a día. “Lo que quería proyectar era precisamente que se sintieran seguras, que se enamoraran del movimiento y vieran las capacidades de su cuerpo, que lo pasaran bien, vinieran a entrenar con buena música y no pensaran en los problemas”, comenta.

En cuanto al barré, confiesa que la lanzó con susto porque no era una disciplina muy conocida en Chile. Investigó bastante, probó mucho y reclutó a las profesoras ideales. “Hoy, la clase está llena siempre. Hemos ido abriendo distintos horarios y siempre está a tope”, afirma.

Mica me sugirió asistir a los dos tipos de barré que imparten: barré y classic barré. En la primera sesión, la música más pop te guía en una combinación de ejercicios de entrenamiento funcional, como sentadillas o zancadas, con pasos de ballet y elementos extra como balón, mancuernas, cinta elástica y, por supuesto, la barra.

Como el método en evolución que es, incorpora –además de la música actual– ejercicios de cardio y fuerza, convirtiéndolo en una disciplina bastante completa e ideal para mujeres. Y también hay tiempo para abdominales. La barra, por su parte, se usa para el equilibrio.

Las profesoras te van guiando, combinando los términos de ballet con la explicación natural para aquellas que desconocemos el lenguaje de la danza. Pero ya a la segunda clase te sientes toda una bailarina porque sabes lo que es un plié, y esa emoción también es parte de la disciplina y la experiencia.

La clases de barré en Fitwomen son una experiencia única. Combinamos lo mejor del entrenamiento funcional, con la precisión del pilates y las bases del ballet, tomando también un poco del yoga. Es una práctica desafiante, pero accesible, en la que trabajamos fuerza, la postura y el control, y la gracia del movimiento al ritmo de la música”, explica Paulina Anguita, instructora de barré y pilates en Fitwomen.

Si bien no me cansé como lo haría en una sesión de running, al estar acostumbrada a hacer ejercicios de alta intensidad, aquí descubres movimientos en otros planos, así como también momentos que marcan la diferencia.

Luego tomé la clase de barré clásico, sin imaginar qué tan diferente podría ser. Y si levantar los talones para quedar en punta de pie me parecía inofensivo, intentar hacerlo durante una clase entera… no es fácil y cansa.

Más intensa que la primera, los movimientos desconocidos para mí resultaron incómodos y fuera de mi zona de confort.

Sin embargo, esta actividad no es solo visualmente atractiva, sino que sus beneficios para el cuerpo son variados. Desde contribuir a la corrección de la postura y el aumento de la flexibilidad hasta mejorar la resistencia y el equilibrio, trabajando la coordinación. Además, ayuda a regular y reducir los niveles de estrés.

Y aun cuando se trata de una disciplina de bajo impacto, logra llevarte al máximo a través de los ejercicios isométricos, aquellos en los que contraes un músculo sin mover la articulación, manteniendo la posición fija para generar fuerza y resistencia.

En lo personal, me cuesta dejar el teléfono de lado. Pero confieso que durante estas clases, me olvidé del exterior. Puntos extras para mí, ya que es algo que busco a la hora de hacer deporte: moverme y desconectar, para volver a conectar, pero conmigo.

“Más allá del ejercicio físico, las clases te invitan a conectar con el cuerpo, a disfrutar del movimiento y salir recargadas de energía. Se trabaja en profundidad, pero con mucha alegría”, afirma Paulina.

Puede que la palabra barré resulte algo intimidatoria por su relación con el ballet, pero esta no es una clase de baile ni tampoco es necesario tener nociones de danza, solo basta con querer moverse para disfrutarla, algo que Mica destaca. “Que se motiven a vivir esta experiencia desde el movimiento y el autocuidado. Que vengan a conocer esta comunidad donde son todas bienvenidas y estamos para acompañarlas. No dejen de hacer cosas por miedo o porque creen que van a ser las peores. En este espacio eso no existe”.

Entre pliés y primeras posiciones, la barra se vuelve atractiva, y el creerse bailarina, suma bastante. La estética que rodea al barré es misteriosa y cautivadora, y ya voy entendiendo el fenómeno en el que se ha convertido.

www.micamartini.com @fitmwomencl

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