Casi medio año después de su muerte, la familia real británica sigue homenajeando al duque de Edimburgo. Durante esta semana, la cadena BBC emitió El príncipe Felipe: recuerdos de la familia real. Un documental en el que tanto sus hijos, como sus nueras y su yerno, y casi todos sus nietos compartieron con el público sus recuerdos del difunto marido de Isabel II, quien por su parte cedió a la cadena varios vídeos de su colección privada.
Inicialmente, el programa iba a emitirse con motivo del que habría sido el 100º cumpleaños del príncipe Felipe, y así algunos de los testimonios fueron grabados antes de su muerte. Otras partes del documental, se grabaron después de su fallecimiento el pasado 9 de abril, lo que ha permitido conocer algunos detalles más de cómo vivió el duque de Edimburgo sus últimos días.
El príncipe Carlos reveló por ejemplo la última conversación que tuvo con su padre. El heredero del trono británico le llamó por teléfono la víspera del día de su muerte para hablar con él de los preparativos de la fiesta conmemorativa de su centenario, que se habría celebrado el pasado 10 de junio. “Estamos hablando de tu cumpleaños”, le dijo el príncipe Carlos con cierta cautela, consciente de que a su padre la idea de celebrar su siglo de vida no le hacía mucha ilusión. “Bueno, para eso primero tengo que estar vivo, ¿no?”, fue la respuesta que le dio el duque.
No faltó en el documental el testimonio del príncipe Harry. A pesar de sus problemas familiares, el duque de Sussex fue invitado a participar en el programa, donde entre otras cosas reveló las palabras que le dijo su abuelo antes de irse de misión a Afganistán. “Asegúrate de que vuelvas vivo”. El príncipe Harry, que grabó su parte después de la muerte de su abuelo, destacó que echaría de menos el sentido del humor del duque, aunque sobre todo sentía su perdida por su abuela. “Se que con él ahí [la reina Isabel II] se mantenía muy fuerte. También sé que estará bien sin él”, dijo el príncipe Harry, quien añadió que sus abuelos formaban “la pareja más encantadora”.
El príncipe William contó que tanto a su abuelo como a su abuela les hacía mucha gracia cuando las cosas salían mal. “Después de haber vivido una vida en la que todo tenía que salir bien, cuando algo iba mal les entraba la risa. Mientras los demás se complicaban, a ellos les encantaba”, dijo el duque de Cambridge.
Según contaron el príncipe Carlos y Camilla, al duque de Edimburgo no le gustaba hablar de esa ni otras partes de su infancia. Una etapa que estuvo marcada por el exilio de la familia real griega -de la que el marido de Isabel II nació formando parte-, la enfermedad mental de su madre, la princesa Alicia de Battenberg y la Segunda Guerra Mundial.
“Una vez le pregunté por su infancia y no obtuve nada”, dijo la duquesa de Cornwall, quien calificó a su suegro como un gran superviviente. “Debía de tener una personalidad muy fuerte para salir airoso de todo aquello”. Camilla también alabó el papel de su suegro como consorte y por la manera en que apoyaba a la reina Isabel II sin llamar demasiado la atención, algo que, según confesó, ha aprendido.