Revista Velvet | La U de la felicidad: Qué es y a qué edad se alcanza el máximo bienestar, según la ciencia
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La U de la felicidad: Qué es y a qué edad se alcanza el máximo bienestar, según la ciencia

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La U de la felicidad: Qué es y a qué edad se alcanza el máximo bienestar, según la ciencia

POR equipo velvet | 27 agosto 2023

La U de la felicidad es el estado de bienestar a lo largo la vida de una persona. En ella, hay puntos altos de alegría y satisfacción durante la niñez, la juventud y después de los 50 años. 

De acuerdo a un estudio de la Universidad de Warwick, a medida que las personas pasan los 50 años disminuyen los niveles de estrés, preocupación y enojo abruptamente.

“La humanidad se equivoca al temer el envejecimiento”, dijo años atrás Maurice Chevalier, reconocido artista francés de películas musicales de los años 1920 y 1930 y una figura emblemática de la cultura francesa del siglo XX. Con ello, se refería al hecho de que las personas le temen al proceso físico cuando se habla de vejez, como la pérdida de visión o de movilidad. Para él se debería pensar, en cambio, en otros aspectos positivos de esta.

Si bien todas las personas son diferentes y así viven la vida, se suele creer que solo hay un camino a la felicidad. Según coinciden distintos estudios, la satisfacción con la vida comienza bastante alta y con el tiempo va descendiendo hasta que en la mediana adultez alcanza uno de sus niveles más bajos. Y luego, en la entrada a la tercera edad, el gozo y la alegría, por la vida vuelven a repuntar.

Una investigación de la Universidad de Warwick, de Reino Unido sobre la comparación transcultural de correlatos de calidad de vida y estado de salud llegó a la conclusión de que la gente se siente más feliz a medida que envejece. Y esto encuentra su respuesta en que los niveles de estrés, preocupación y enojo disminuyen de forma significativa al pasar la barrera de los 50 años. En paralelo, sus niveles de felicidad y disfrute de la vida, aumentan.

Sin embargo, los especialistas destacan que el único sentimiento que no sigue un patrón lineal y que por lo tanto, es imprevisible, es el de la tristeza.

El Dr. Saverio Stranges, autor del estudio en la Facultad de Medicina de Warwick, junto con la Dra. Kandala Ngianga-Bakwin, explica que es “es obvio que la calidad de vida física de las personas se deteriora a medida que envejecen, pero lo interesante es que no ocurre lo mismo con su bienestar mental; este en vez de deteriorarse, aumenta”.

Pero, ¿cuál es la razón? “Inferimos que esto podría deberse a que los adultos mayores cuentan con mejores habilidades para lidiar con las dificultades o las circunstancias negativas de la vida en comparación con las personas más jóvenes”, señaló el experto.

La U de la felicidad

Los experto sugieran que lo primero que se debe entender es qué no es la felicidad. “No es alegría, no es euforia, no es exaltación, ni tampoco es una emoción. La felicidad es un estado de fondo”, afirma el doctor Daniel López Rossetti a La Nación Argentina. 

Y de acuerdo a un estudio de la Oficina de Estadísticas Nacionales (ONS, por sus siglas en inglés) del Reino Unido, el estado de bienestar a lo largo la vida de una persona puede ser representado en “forma de U”. Hay puntos de felicidad y satisfacción durante la niñez, la juventud y después de los 50 años. Y es en la etapa de la adultez intermedia que ocurren “los peores años” y se es menos feliz.

“Este estudio demuestra que a medida que uno crece, se decepciona. Aparecen situaciones angustiantes como pueden ser: que lo despidan del trabajo, separarse, atravesar un mal momento económico y otros factores que se asocian al prolongamiento del malestar”, comentó López Rosetti al citado medio.

Y es a partir de los 50 que las personas comienzan a disfrutar de los resultados de aquello que hicieron en los últimos 30 años y a la vez, aún disfrutan de una buena salud física y mental como para hacerlo.

El Dr. López Rosetti destaca que hoy en la actualidad, la mayoría de los adultos se estresan por motivos alejados a su realidad. Desde situaciones que no son verdaderas, a hechos relacionados con la imaginación o problemas que son más chicos de lo que se cree. “Hay que sentarse, analizar y separar la fantasía de la realidad a la hora de juzgar una situación que se considera estresante”, concluyó.

 

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