Se trata de una fruta de origen asiático que tiene múltiples y diversos beneficios para la salud, entre ellas, ayuda a combatir inflamaciones, fortalecer el sistema inmune y reducir el riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares. Y lo mejor de todo es que, gracias a la exportación, puedes disfrutarla todo el año.
¿De qué fruta hablamos? Del mango, perteneciente al árbol Mangifera indica, de la misma familia botánica que las castañas de cajú y el pistacho, y originario de la región de los Himalayas, en el noroeste de la India. Desde aquel lugar del mapa, ha llegado a todo el planeta gracias a los monjes budistas y comerciantes portugueses, españoles e ingleses que lo descubrieron.
La producción de la India es tal en cuanto a mangos, que se estima producen dos tercios de los mangos del mundo. Además, el fruto nacional por excelencia, y está relacionado a su historia historia y leyendas. La más popular, relacionada con Siddharta Gautama o Buda. Y es que se cree que el príncipe alcanzó su iluminación debajo de un árbol de mango, el que luego fue apodado “el árbol de la sabiduría”. De ahí que en la mayoría de sus representaciones artísticas se suele mostrar a Buda bajo la sombra de un árbol de mango.
Siguiendo esa línea, en su país de origen, regalar un canasto de mangos es considerado como un gesto de amistad y un símbolo de amor.
El consumo de mango tiene una gran cantidad de beneficios que ayudan a proteger y fortalecer la salud.
Mejora la piel y combate el herpes simple
Los expertos coinciden en es que es una fruta estrella si se habla del cuidado de la piel. Esto, porque cuenta con un fuerte poder antioxidante que ayuda a disminuir las arrugas tempranas, la falta de luminosidad en el cutis y las manchas, entre otras.
Además, el estudio “La mangiferina inhibe la replicación del virus del herpes simplex” demuestra que la mangiferina presente en el mango y su alta actividad antiviral , lo convierte en un candidato potencial para el control de la infección por virus del herpes simple. Sin embargo, son estudios que necesitan más desarrollo.
Por último, 1 taza proporciona casi el 67% del valor diario de vitamina C.
Aliado del sistema cardiovascular
Sus propiedades antioxidantes son buenas para la salud arterial. Esto, debido a su contenido en carotenoides por el pigmento naranjo que tiene provitamina A, mejorando la circulación de la sangre.
De acuerdo a una publicación del Hospital de Clínicas de Cleveland, Estados Unidos, la fibra soluble del mango puede ayudar a reducir el colesterol total y el colesterol LDL, conocido como colesterol “malo”.
Además, dicho hospital afirma que gracias a su alto contenido en potasio, el mango tiene la capacidad de regular la presión arterial alta (hipertensión).
Ideal para diabéticos
La universidad Estatal de Michigan, Estados Unidos, su alto contenido de fibra y su efecto sobre el páncreas provoca la liberación de insulina y la posibilidad de suprimir la absorción de glucosa del intestino delgado.
Ahora, no es que tenga un bajo índice glicémico, pero tampoco es como comerse una uva o un plátano. Cuenta con un índice medio.
Regula la digestión
Los mangos son buena fuente de fibra soluble e insoluble. Y de acuerdo al Hospital de Clínicas de Cleveland, la fibra insoluble no se descompone en el tracto digestivo, lo que agrega volumen a las heces, haciendo más fácil la deposición.
Por lo mismo, los expertos coinciden en que es ideal para quienes sufren de estreñimiento y/o dificultad de una correcta digestión.
Es más, en 2018 se realizó un estudio que demuestra que las personas con estreñimiento crónico que comieron mango durante un período de 4 semanas vieron una mejor significativa.
Por su fuera poco, tiene un alto contenido de vitaminas del complejo B.
