Además de tener una larga carrera en el mundo del cine, durante muchos años Jane Fonda construyó un imperio en torno al fitness. Fue la inspiración y la guía para muchas personas, sobre todo mujeres, que querían hacer ejercicio desde sus casas.

En entrevista con Vogue, Fonda ha contado su visión particular de la edad y de cuidarse. Algo que ha hecho siempre, aunque algunas de las formas que ha usado para mantenerse joven no hayan sido las que más orgullosa le han hecho sentir. Fonda reconoce que los retoques estéticos no son lo suyo.

“Creo que todos conocemos a muchas mujeres ricas que se han hecho todo tipo de estiramientos faciales y cosas por el estilo y aun así su aspecto es horrible. Me hice un lifting, uno y no más, porque no quiero que mis rasgos se distorsionen. No estoy orgullosa de ello. Si pudiera volver atrás no sé si volvería a hacerlo, pero el caso es que lo hice. Lo admito, y me doy cuenta de que puede generar adicción. Así que es mejor no volver a hacerlo. Muchas mujeres se vuelven adictas”, ha confesado en la publicación comandada por Anna Wintour.

Fonda ha querido enviar un mensaje a los jóvenes y decirles que no tienen que tener miedo a envejecer. Según ella, la vida no se acaba cuando llegas a cierta edad y puedes seguir haciendo cosas cargadas de energía y vitalidad: “lo que importa no es la edad, es tu salud. Tengo casi 85 años y no los represento. Lograr que los jóvenes dejen de tener miedo a ser viejos, que la gente se dé cuenta de que llegar a una cierta edad no significa renunciar a vivir la vida, a divertirse, a tener pareja, a hacer amigos o a lo que quieras. La vida sigue estando llena de posibilidades”, ha dicho la actriz.

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Su faceta de deportista también la mantiene. Sigue teniendo la misma filosofía que hace décadas, tiene como objetivo ayudar a todas las mujeres que necesitan entrenar en casa. En la misma entrevista explica que no todas pueden ir a un gimnasio, algunas por falta de tiempo, dinero o porque simplemente les da pudor mostrar sus cuerpos frente a otras personas. Un mensaje inclusivo con el que Fonda se siente identificada.