Por Rommy Buchholz S.
En 1924 la ropa de punto se anunciaba como “adecuada para las ocasiones más elegantes” en los almacenes londinenses de Gorringes. Y a fines de los años 70 lo veíamos con más regularidad entre los fanáticos del deporte, particularmente aquellos que jugaban golf o tenis.
Luego, en el año 1995 vimos a Alicia Silverstone llevando el chaleco de punto en varios de sus icónicos y memorables looks cuando protagonizó Clueless, haciendo match con sus faldas escocesas, blusas y cintillos. Han pasado varios años y poco a poco la prenda fue olvidada en su uso diario y nuestros abuelos se convirtieron en sus más fieles usuarios.
Sin embargo, es de conocimiento popular que las tendencias vuelven y el chaleco de punto no es la excepción. Claramente, desde aquellos años, hay una gran diferencia, y entre ellas está la existencia de las redes sociales y las influencers. Gracias a ellas somos testigos del retorno de esta prenda que hoy, en su versión actualizada, se destaca por ser más colorida, en distintas texturas y tamaños, ajustándose a los diferentes estilos de la mujer actual.
Puede que no sea la prenda primaveral o veraniega del momento, pero ya es un check en el adelanto del otoño. Una prenda infaltable de la próxima temporada, y por qué no en esta, muy versátil y que puede levantar un look sencillo de manera fácil e inmediata.
Puede añadir un toque de elegancia y formalidad sin esfuerzo en un outfit tan simple como una blusa blanca y un jeans en el formato que sea.
Es fácil de combinar. Puede ir sobre capas, oversized, fuera o dentro del jeans y con zapatos o zapatillas. Las posibilidades son infinitas, pero lo que es seguro es que, sea como sea, se convertirá en el protagonista de tu look.
Diseños de rombos, cuadrillé y trenzado, y para quienes buscan mantener la simpleza y optan por algo más sobrio, siempre estará la opción de usar una versión más ceñida al cuerpo, con colores pasteles o neutros que acompañarán tu outfit sin opacar tus otras prendas.
Ver esta publicación en Instagram