Cuando el objetivo es definir el abdomen, los expertos coinciden en que los más “clásicos” no bastan. Y a la hora de trabajar esa zona del cuerpo se debe tener en cuenta la dieta y también los músculos que la conforman. Lograr el ‘six pack’ definido puede tener que ver con la genética, pero también con el hecho de hacer los ejercicios necesarios para tonificar.

En ese sentido, lo primero es conocer los músculos involucrados: recto, tranverso, oblicuos y piramidal. De esta forma realizamos los ejercicios de manera focalizada. Y de ahí la importancia de sumarlos a nuestra rutina.

Uno de ellos es el llamado ‘bicho muerto’ o dead bug. Y su nombre se debe precisamente a que la postura imita a la de un insecto boca arriba en sus últimas horas de vida. Sin embargo, el ejercicio no es tan terrible. Es más, se trata de un ejercicio muy característico de Pilates, por lo tanto, es intenso, pero sencillo.

Su principal objetivo es trabajar los oblicuos, mientras se fortalece el core. Al mismo tiempo, ayuda a ganar estabilidad en la zona lumbar, promueve la articulación de la cadera y mejora la coordinación.

¿Cómo se hace el dead bug?

Acuéstate boca arriba con los brazos rectos por encima de los hombros y las piernas estiradas sin tocar el suelo.

Luego eleva las piernas hasta que se queden en 90 grados y sube los brazos hacia el techo quedando de forma perpendicular al suelo. Una vez en esta postura empieza el movimiento.

Primero desciende el brazo derecho hasta la altura de la oreja mientras bajas también la pierna izquierda sin que llegue a tocar el suelo en ningún momento. Vuelve a la posición inicial y repite con el brazo y la pierna contrarios. Asegúrate de que la zona lumbar no se arquee y permanece pegada al suelo.

Si quieres hacer el movimiento más difícil, puedes sujetar una banda de resistencia entre las manos o agregar peso ajustables en los tobillos.