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Meghan Markle y el Príncipe Harry siguen dándole dolores de cabeza a la familia real británica. Primero, la famosa entrevista con Oprah, después, el documental sobre la vida de la pareja. Además, Meghan habló sobre el supuesto racismo de la familia de su marido, algo que rompió la relación entre la pareja y la corona. Esto provocó el exilio de la pareja a los Estados Unidos, perdiendo gran parte de los privilegios de pertenecer a la familia real. Ahora los Duques de Sussex recibirán un premio por alzar la voz sobre el racismo en la monarquía, algo que podría significar un nuevo golpe al corazón de Buckingham.
Y es que Meghan y Harry han aceptado recibir el premio Robert F. Kennedy a los Derechos Humanos. La hija del senador asesinado, Kerry Kennedy, presidenta de la fundación que lleva el nombre de su padre, ha ensalzado la postura “heroica” de la pareja real contra el racismo de la monarquía británica. Kerry considera que los duques han desafiado la “estructura de poder” de la familia real. “Fueron a la institución más antigua en la historia del Reino Unido y les dijeron lo que estaban haciendo mal”, dijo Kerry al periódico The Telegraph.
“Pocos tendrían el coraje de cuestionar a sus colegas, familiares y comunidad sobre la estructura de poder que mantenían, y esto es lo que han hecho Meghan Markle y Harry. Sus comentarios, y la decisión de los duques de Sussex de aceptar el premio, podrían abrir una nueva brecha entre la pareja y el nuevo rey”, añadió Kerry Kennedy, destacando la valentía de Harry y Meghan.
La cena benéfica de la fundación es una gala cuyas mesas pueden llegar a costar hasta un millón de dólares. El evento se celebrará en Nueva York el próximo 6 de diciembre, y la organización espera que el Príncipe Harry y Meghan asistan a recibir el premio. En la gala se reconocerá también al presidente de Ucrania, Volodimir Zelensky. En años anteriores, han recibido este reconocimiento personalidades como Joe Biden, Bill Clinton y Barack Obama, así como Hillary Clinton, Al Gore y Bono de U2.
Los duques de Sussex decidieron apartarse de la familia real británica en enero de 2020, lo que trajo una serie de consecuencias como dejar de tener ciertos privilegios, además de elevados ingresos, un empleo de por vida y seguridad dentro del territorio británico. A principios de este 2022, la reina Isabel II decidía quitarles los últimos privilegios que les quedaban a los duques de Sussex. Por su lado, Meghan Markle dejó de ser oficialmente la responsable del Teatro Nacional de Londres, un cargo que pasó a ser para Camilla, la actual reina consorte. Por su lado, Isabel II también apartó a Harry de La Liga Británica de Rugby, siendo reemplazado por Kate Middleton.
