En diciembre del año pasado, el cantante pop y autor del hit Watermelon sugar, Harry Styles fue tendencia mundial tras posar en la portada de la edición norteamericana de Vogue con un vestido de Gucci. Una jugada que le valió amplios elogios de expertos e incluso de la ascendente congresista Alexandria Ocasio-Cortez. Pero Billy Porter no fue uno de ellos.

El actor protagonista de la serie Pose, ganador del Emmy y nominado a los Globos de Oro, y que se ha lucido en cuanta alfombra roja ha pisado usando ostentosos y creativos modelos, refutó el gesto de Vogue.

Según informó el periódico Sunday Times, el actor afirmó que “cambié todo el juego. Y eso no es ego, es solo un hecho. Yo fui el primero en hacerlo y ahora todos lo están haciendo”, dijo “no sentirse convencido” de que Vogue pusiera al cantante como portada. “Mi tema no es con Harry Styles, pero ¿es a él a quien vas a intentar usar para representar esta bandera de lucha?”, inquirió molesto al periodista del medio en cuestión.

 

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“En realidad a él no le importa, lo hace porque es lo que hay que hacer. En cambio para mí esto es política. Es mi vida. Tuve que luchar toda mi vida para llegar al lugar donde pudiera usar un vestido para los Oscar y no ser asesinado a tiros. En cambio él todo lo que tiene que hacer es ser blanco y heterosexual”, concluyó molesto.