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Nunca había hecho noticia por sus opiniones. Eso hasta hace un año y medio, cuando la pandemia terminó por sacar su voz y convertir a uno de los tipos más respetados de la música en un personaje incómodo, polémico y con puntos de vista ampliamente impopulares.
El célebre bluesman británico, que en noviembre pasado lanzó un registro en vivo llamado The Lady in the Balcony: Lockdown Sessions, dejó en segundo plano su difusión musical y resulta que ahora llena más páginas por sus polémicas declaraciones sobre las cuarentenas y las vacunas contra el COVID-19. “Eric Clapton no sólo está diciendo tonterías sobre las vacunas, sino que las está financiando”, tituló en octubre la revista Rolling Stone, en un artículo donde lo definen como un “deslenguado escéptico sobre las vacunas”.
Eric Clapton se ha transformado en una suerte de emblema de los negacionistas de la pandemia. Una postura que quedó de manifiesto por primera vez en noviembre de 2020, cuando se unió al célebre cantautor norirlandés Van Morrison para un single antimascarilla y anti-cuarentenas titulado Stand and deliver. “¿Quieres ser un hombre libre? -se pregunta la canción en el coro- ¿O quieres ser un esclavo?”.
Por esos días, en julio de este año, el guitarrista declaró que no volvería a hacer conciertos “en ningún escenario donde haya una audiencia discriminada presente”, en respuesta a la medida impulsada por Boris Johnson en Reino Unido que exigió vacunación para ir a conciertos.
Este tipo de opiniones ha levantado viejas polémicas que hasta ahora permanecían ocultas bajo la alfombra o algo olvidadas en el tiempo, como su apoyo a la llamada Countryside Alliance, institución que promueve los deportes de campo británicos como la caza. “Eric apoya la Countryside Alliance. No caza él mismo, pero disfruta de actividades rurales como pescar y disparar”.
“Amo a Eric Clapton, él es mi héroe, pero tiene puntos de vista muy diferentes a los míos en muchos sentidos”, dijo el guitarrista de Queen, Brian May, en una entrevista reciente con The Independent. “Es una persona que piensa que está bien disparar a los animales por diversión, así que tenemos nuestros desacuerdos”, comentó May. “Siempre habrá algún efecto secundario en cualquier medicamento que tomes, pero para ir por ahí diciendo que las vacunas son un complot para matarte, lo siento, eso para mí califica como una estupidez”.
A lo anterior se sumó la foto que Clapton se tomó en septiembre junto al gobernador de Texas, Greg Abbott, quien impulsó una ley anti aborto y ha sido criticado por su oposición al matrimonio homosexual. El baterista Jim Keltner, que conoce a Clapton desde hace medio siglo y ha tocado en seis de sus álbumes, también habló con el Washington Post y se mostró desconcertado por sus opiniones. “Nadie con quien haya hablado tiene una respuesta para lo que pasa con Eric”, comentó. “Todos estamos diciendo: No puedo entenderlo”.
Además de su apoyo a la caza, en el último tiempo algunos amigos del artista y medios de prensa han recordado sus dichos racistas durante un concierto en Birmingham en 1976, con el movimiento Black Lives Matter como telón de fondo. En esa ocasión, el músico cuestionó la inmigración frente al público y sentenció que había que mantener “a Inglaterra blanca”.
Por su parte, Eric Clapton ha intentado mantenerse al margen de los cuestionamientos y no dar entrevistas sobre estos temas. El músico rechazó hablar para el Washington Post y su representante, Michael Eaton, explicó a través de un comunicado que “dado el nivel deprimentemente malo del periodismo reflejado en ciertos artículos recientes, Eric Clapton no tiene ningún deseo en este momento de comprometerse con la prensa estadounidense”.
