Ante el inminente anuncio de sold out para el quinto concierto de la banda de soul inglesa, ¿Podemos decir que estamos ante una verdadera Simply Red manía en Chile? Para responder a esta pregunta hay que entrar a la historia de la relación de la agrupación con el público chileno, los antecedentes y el fenómeno que podría explicar que, antes de 10 meses de su presentación en Chile, los liderados por Mick Hucknall conciten tanto interés en el público local.

Simply Red se ha presentado en cinco ocasiones en el país: en 1993, en San Carlos de Apoquindo; en 2000 en el Teatro Monumental; en 2009, con un celebrado show como número anglo del Festival de Viña; al año siguiente en el marco de su gira de despedida Farewell – The Final Tour, despacharon dos shows en el Movistar Arena; y después de anunciar su reunión, volvieron en 2016 donde ofrecieron otros dos conciertos de alta convocatoria en el mismo recinto del Parque O’Higgins. En este regreso, los originarios de Manchester llegan en el marco del tour que celebra el aniversario de los 40 años desde su fundación en 1985.

Los dos primeros conciertos se vendieron en cosa de horas, tal como se esperaba. Eso abrió la chance de salir con un tercero (anunciado el pasado 20 de marzo), que también se vendió muy rápido. Fue entonces que flotó la idea de intentar una cuarta fecha. Pero en ese punto había que coordinar la agenda del grupo y sus planes para la gira.

Con cuatro fechas agotadas (5,7,8 y 9 de marzo de 2025), se abrió la posibilidad de un quinto show, para el 4 de marzo, con entradas que salieron a la venta el pasado 23 de mayo y que ya aseguran que prontamente se agotarán.

En The Fan Lab, la productora que ha traído a los ingleses a Chile desde su visita en 2010, sabían, según datos de Spotify, que Santiago es la ciudad que más escucha a Simply Red en el mundo. Así y todo, jamás imaginaron llegaron a imaginar tener este nivel de convocatoria. Si logran agotar un quinto Movistar Arena, sumarían 70 mil espectadores, cifra que supera largamente un Estadio Nacional.

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Para Francisco Goñi, el director de la productora The Fan Lab, “después del cuarto show, vino lo que llamo una Simply Red manía. Sabíamos que ese se iba a ir rápido, pero no que se iba a ir en 6 días. En Chile ya tienen una fan base, tienen muchos éxitos y son una gran banda, pero diría que después de ese ya pasó a una ser una cosa que iba más allá del fan. La gente comenzó a decir, todo el mundo está yendo a ese concierto así que no me lo puedo perder”.

Pero claramente hay un recuerdo imborrable en la memoria de los chilenos. El Festival de Viña de 2009 donde la banda cuyo frontman es el carismático Mick Hucknall fue el número anglo de la versión del certamen viñamarino, dejó una huella tan indeleble en la audiencia que a partir de ahí, en sus presentaciones de 2010, 2016 y la venta de estos cincos conciertos, queda claro que el romance entre el público chileno y los ingleses, es a prueba de cualquier cosa.

A eso se suma el fenómeno de la “retromanía”, que explica cierta locura por las canciones antiguas. Los fans van a estos conciertos a escuchar los hits de los 80 y los 90, las sandías caladas, les importan poco las canciones nuevas. Pero también se junta otro detalle, según sociólogos expertos en conducta de masas, cuando se empieza a agotar un concierto en tiempo récord, luego otro y otro, entonces se entra en una vorágine de que “si va todo el mundo yo también tengo que ir”.