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La tercera vida de Carla Bruni fue como mujer (y primera dama de Francia) de Nicolás Sarkozy. Tercera, porque la conocimos en los noventa como una de las supermodelos que brillaron en la pasarela de aquella década. Luego, poco antes del romance con quien fuese el Presidente de Francia, la redescubrimos al ritmo de guitarras acústicas y voz susurrante en su exitosa incursión como cantante.
Estábamos en eso cuando, a finales de 2007 y comienzos del 2008, explotó un romance que se convirtió en el centro de todas las miradas. El affair entre Nicolas Sarkozy y Carla Bruni. El político galo se acaba de separar de la que fuese su segunda esposa, pero fue a través de una cita a ciegas organizada por un amigo en común, que Nicolás conoció a Carla. Seis meses después se casarían aunque incluso en 2014 la propia Bruni seguía desmintiendo que fuesen marido y mujer.
Más allá del compromiso legal, lo cierto es que el amor entre ambos nació a primera vista. “Fue inmediato. No esperaba que él fuese tan divertido y vital. Su aspecto, su encanto y su inteligencia me sedujeron”, explicó la modelo sobre el encuentro en el que conoció al político francés en el libro Nicolas Sarkozy and Carla Bruni: The True Story, escrito por Valérie Bénaïm. Hoy, 16 años después, la modelo y cantante publicó unas imágenes donde celebra la unión.
“Gracias por 16 años de amor, mi amor…. “, publicó Bruni en su cuenta de Instagram bajo un carrusel de imágenes y fotografías nostálgicas. La primera es un video, en la segunda se les ve disfrutando un momento de complicidad y en la última se fue a ella de lado con un traje de baño rojo y él que la observa.
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Fue una unión controvertida la de Bruni y Sarkozy. Un romance que se da en plena contienda política del francés, cuya unión con la modelo y cantante se prestó para especulaciones respecto al aprovechamiento y la popularidad que quería potenciar para llegar a ser la primera autoridad de Francia. Una vez ya como Presidente y Primera Dama, respectivamente, el comentario acerca de los looks de ella fue obligado.
De esta manera, y paso a paso, la pareja consolidó su compromiso. Durante el primer tiempo con una exposición pública feroz, y luego de manera más privada. Pero nunca tan privado, sin ir más lejos, durante el verano pasado, se mostraron libremente durante sus vacaciones en los Baleares y en festivales de cine. La conexión entre ambos, según cuentan cercanos a ellos, no dejó ninguna duda. Fue un flechazo instantáneo.
“Vi la conexión en el momento en el que se conocieron. Fue eléctrico”, cuenta un amigo de ambos. “Muy pronto vimos que Nicolas solo tenía ojos para la mujer sentada a su derecha. A menudo el pelo de Carla rozaba el hombro del presidente. Él solo hablaba para ella”, contó el intelectual y ex ministro de educación Luc Ferry.
