En una familia en la que abunda el protocolo y los anuncios oficiales, cuesta creer que se hayan olvidado del príncipe Harry el día en que falleció el duque de Edimburgo. Anunciar la muerte de un ser querido nunca es fácil, pero en este caso, el nieto de la reina Isabel II se enteró por la policía de Santa Bárbara, California.
TMZ ha revelado recientemente que una fuente cercana a la policía de Los Ángeles dio detalles sobre los hechos. Según esta, la excusa de obviar la notificación habría sido debido a la diferencia horaria existente entre Montecito y Windsor. Por lo mismo, el príncipe Harry fue despertado en la madrugada por una patrulla policial a las afueras de su casa.
Según la misma persona, no habría sido nadie de la Familia Real, sino la propia Embajada de Estados Unidos los que habrían contactado en primera instancia al nieto de Isabel II para decirle que su abuelo Felipe había fallecido. Como tanto Harry como Meghan dormían, no escucharon los llamados de la embajada.
Tras varios intentos, la embajada decidió llamar al Sheriff de la zona para solicitarle que fuera a la mansión de los duques de Sussex para decirle que necesitaban comunicarse con él de forma urgente. Si bien ellos fueron a darle la noticia, el propio príncipe Harry llamó a la embajada en ese momento para enterarse de todos los pormenores. Además, anunció de forma inmediata que viajaría solo al Reino Unido.
Una noticia que llega junto con la herencia del príncipe Felipe, en la que Harry aparece como uno de los beneficiarios, al igual que la reina Isabel II y tres de sus ayudantes de Palacio. “El Duque de Edimburgo no era la clase de hombre que castiga a un nieto por portarse mal. Era un hombre muy justo, imparcial y encantador. Nunca le guardó rencor”, indicó una fuente cercana a la Familia Real.