Con más de tres meses de cuarentena en el cuerpo, confieso que mi organismo sintió los efectos del encierro. Dolor de cabeza constante, insomnio, dificultad para conciliar el sueño, o dormía entre cortado. Le pregunté a un especialista y las primeras preguntas descartaron las primeras soluciones.

¿Deporte? Todos los días, dos veces al día si es posible.

¿Trabajas en la pieza? No, solo la uso para dormir.

¿Te duermes con el televisor encendido? No.

¿Estás comiendo bien? Mejor que antes.

¿Estás estresada? Como todo el mundo.

¿Has practicado yoga? ¿Quiere que practique yoga?

Vas a practicar yoga.

Según el experto mi tema evidentemente no tenía que ver con la higiene del sueño, sino más bien con el estrés propio de una pandemia. Él no recomienda tomar medicamentos en estos casos, ya que generan dependencia, y al no tratarse de un problema de sueño literal, su sugerencia fue el yoga y la meditación.

Y es que la practica de esta disciplina no solo ayuda a reducir los niveles de estrés, mejorar la flexibilidad y la conexión con uno mismo, también ayuda a combatir dolencias provocadas precisamente por un sistema inmunológico debilitado. Acaba de comenzar el invierno y es normal que comiencen a aparecer los primeros resfríos, y el yoga es una excelente práctica para fortalecer el organismo. Sobre todo ahora, con un virus dando vuelta.

Pero, ¿cómo pueden estar relacionados? Al igual que cualquier deporte activa cada parte de nuestro cuerpo, el yoga tiene un efecto directo en los niveles de estrés. Muchas de las dolencias que tenemos pueden ser provocadas por un sistema inmunológico desequilibrado, y muchas ellas guardan relación con el estrés, nerviosismo y ansiedad.

El yoga ayuda a reducir todo esto, por lo que estabiliza el sistema inmune. Lo que fortalece nuestras defensas. También ayuda a respirar mejor, estimula el sistema linfático, permite expulsar toxinas del cuerpo y mueve la sangre hacia los órganos vitales.

El sistema linfático es el encargado de las producción, maduración y liberación de linfocitos, los encargados del correcto funcionamiento del sistema inmunológico y la protección del organismo.

La práctica de esta disciplina no solo busca la conexión cuerpo y mente, sino que también mejora el funcionamiento del organismo. Al igual que todos los ejercicios. Si ya practicas otros deportes, y aún así sientes que la ansiedad o el estrés se han vuelto una constante, el yoga puede ser un excelente complemento.

En mi caso ayudó, y los días que hago yoga duermo mejor. Además, con la tecnología, hoy encuentras clases de yoga en diferentes plataformas. Tal como comentamos en la nota de Yoga por Zoom.