Sabemos que una de las razones principales por la que los duques de Sussex decidieron dar un paso atrás en la realeza, fue precisamente la presión de los medios. Al pertenecer a la Corona hay ciertos protocolos que se deben cumplir y pocas cosas quedan para la intimidad de la familia, como la llegada de nuevos integrantes.
Ser un miembro royal tendrá sus beneficios, pero también sus desventajas. Y ceñirse a los protocolos es una de ellas. Cada vez que hay un nacimiento, por más extraño que parezca, todo se hace y se comunica de la misma forma. Tantos días en la clínica, la foto oficial dejando el hospital, esperar una cantidad de días para dar el nombre y así… una lista interminable.
En el caso del príncipe Harry y Meghan Markle, sus dos hijos les han dado las dos caras de la moneda. Archie nació dentro de la Corona británica, mientras que la recién nacida Lili llegó a un océano de distancia.
En el caso de Archie, su nacimiento fue un verdadero desorden de comunicados e información oficial. Aún siendo parte de la Familia Real como miembros activos, Meghan y Harry hicieron lo posible por dar los menos detalles posibles. A tal punto que, aún cuando el primogénito llegó al mundo el domingo 6 de mayo de 2019, desde Palacio anunciaban el día lunes en la tarde que en ese momento estaba ocurriendo el nacimiento. Dónde había nacido, y el nombre, serían detalles que los duques de Sussex se guardaron para después.
Si hay algo que coincide en los dos hijos de la pareja, es que, al parecer, en este caso Meghan tampoco pudo cumplir su deseo de tener el parto en su casa. Y es que los medios aseguran que, en este caso, estaba todo previsto para el 10 de junio. Sin embargo, la pequeña Lili se adelantó a la agenda.
Ahora, con su segunda hija y viviendo en Estados Unidos, han sido los propios padres de la pequeña quienes han enviado el comunicado. Eso sí, no el mimo día del feliz acontecimiento, sino varios días después. Lilibet Diana nació el viernes 4 de junio, y los duques de Sussex decidieron anunciarlo el domingo 6 de junio. Además, han revelado el nombre de inmediato. Así cómo también el lugar donde Meghan Markle dio a luz: el Santa Barbara Cottage Hospital, en Santa Bárbara, California.
¿Cuándo veremos su rostro? En el caso de Archie, fue dos días después de haber nacido. Pero en ese tiempo Meghan y Harry seguían el protocolo royal. Hoy, viviendo en Estados Unidos, puede que tardemos mucho tiempo en conocer a la pequeña nueva integrante. Sobre todo porque desde su partida del Reino Unido, los duques de Sussex se han vuelto más herméticos que nunca con el tema de los hijos.