“Cuando uno va a comprar cremas a la farmacia, no sabe quién repuso o tocó esa crema, si se lavó o no las manos, por ejemplo. Entonces, antes de abrir la crema, se recomienda echarle un poco de alcohol de 70 grados o más, para eliminar cualquier virus o agente patógeno que puede estar en la superficie. Hoy, el que más nos preocupa es el SARS-CoV-2, que produce la enfermedad del coronavirus”, dice Álvaro San Martín, dermatólogo y docente de la Universidad Austral.
Y aconseja: “lo mejor es elegir los envases que vienen con una válvula dispensadora. Son mucho más higiénicos que esos potes donde uno tiene que estar escarbando la crema”.
Ahora bien, si uno sólo tiene potes sin válvulas, sería conveniente usar guantes desechables o lavables para la aplicación. Pero tampoco hay que ser alarmistas. Ese es el ideal, pero si uno se lava correcta y constantemente las manos también sirve, dice el especialista. ¿Y qué pasa con los cosméticos? No debería haber grandes cambios en tiempos del coronavirus. Eso siempre y cuando las personas sigan los consejos que normalmente recomiendan los dermatólogos, como, por ejemplo, lavar las brochas con jabón suave o una loción limpiadora, o por último con agua corriendo.
Según el especialista, rociar las brochas y otros envases con un poco de Lysoform u otro aerosol de ese tipo no es lo más indicado. “En esos productos hay muchas estrategias de marketing, porque algunos dicen que matan el 99,9% de virus o bacterias, pero no sabemos si, en ese 0,1 %, quedó el coronavirus. Lo ideal es mantener la recomendación de sanitización de ambientes, es decir que en la casa uno sí podría usar Lysoform, pero en el caso de fómites – es decir cualquier objeto inanimado que, al contaminarse con algún patógenos, puede transmitir ese patógeno a otro individuo-, es mejor con alcohol de 70 grados o más”.
Es importante, dice el doctor, recordar que los cosméticos son de uso personal. “Cada persona tiene una flora bacteriana distinta en el cuerpo, los virus también pueden circular y depositarse en algunas cremas. Si uno está resfriado y tose, y manipula algún frasquito de crema, tiene que preocuparse de pasarle un poquito de alcohol y de no compartirlo con otros, porque si no, el resto de las personas van a adquirir el virus, debido al contacto con el estuche o con la brocha. Y, en el caso de los labiales, siempre está el riesgo de contagiarse con un virus herpes”.
Las manos
Habitualmente, con los períodos de estrés, la piel se reseca más. “Obviamente hoy estamos sometidos a un gran período de estrés y, lo que a uno lo que más le preocupa, son las personas que sufren de dermatitis de manos. El aplicarse alcohol y el lavado de manos frecuente, hace que se elimine la capa de grasa que está en la superficie de la piel. Hay personas que tienen la grasa adecuada; otras, menos; y otras con una gran escasez de grasa. Esos últimos son pacientes con patologías, y el lavado frecuente de las manos, va a empeorar su enfermedad”, dice el especialista.
Ahora bien, para quienes no tienen enfermedades también se aconseja echarse crema después de cada lavado, o lo más seguido posible. “El ideal es que, cada vez que uno se lave las manos, se aplique crema, pero eso no siempre se puede. También es importante decir que, a menos que uno tenga una enfermedad dermatológica y necesite un tratamiento específico, basta con cualquier crema de manos; Pielarmina con parafina o urea; o una Neutrogena. O si quieren algo más sofisticado una Lipikar Xerand (La Roche Posay); Ureadin (ISDIN); o una de Eucerin”, explica el dermatólogo.