Revista Velvet | Verónica Villarroel: “Postergué el amor durante mucho tiempo”
Cultura Pop

Verónica Villarroel: “Postergué el amor durante mucho tiempo”

Verónica Villarroel: “Postergué el amor durante mucho tiempo”
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Verónica Villarroel: “Postergué el amor durante mucho tiempo”

POR Jon Reyes | 12 septiembre 2023

Fotos Giovanni Gellona

En una íntima conversación, la diva de la ópera devela uno de los pasajes más desconocidos abajo del escenario. Acá cuenta que le pidieron amor tres veces y siempre dijo que no, eso hasta que hace veinte años conoció al hombre que conquistó su corazón.

Es un frío día de invierno en Santiago. Al otro lado de la pantalla, vía Zoom, Verónica Villarroel (56) se conecta desde una de las jornadas más calurosas en Nueva York. La soprano más importante de Latinoamérica, impecablemente vestida, maquillada y con su peinado perfecto, se alista para conversar con Velvet sobre lo que ha sido su destacada carrera. También de sus miedos, la forma en que decidió vivir su vida, triunfos, su familia y, también, su gran amor.

Mirando a la ventana del departamento en pleno barrio de Nolita, el que comparte con Tim, su pareja de hace más de dos décadas (un sicólogo y coach estadounidense que conquistó su esquivo corazón), esta mujer potente traspasa por la pantalla cada emoción por la que transita en esta charla. Precisamente en Nueva York comenzó su carrera cuando, tras ser descubierta en Chile a comienzos de los 80, aterrizó becada a la prestigiosa Escuela de Artes de Juilliard. Antes de eso vivió otra vida, quizás, la que ella creía que estaba destinada a enfrentar cuando estudiaba publicidad en Santiago. Pero, como señala el dicho “si quieres ver a Dios reír, cuéntale de tus planes”, empiezan los ‘desvíos’ en su destino. Producto del infarto de su padre tuvo que dejar la carrera y comenzar a vender productos de limpieza para el hogar puerta a puerta. Ahí conoció a una amiga que la llevó a ver zarzuela al legendario Teatro Cariola de la calle San Diego.

La función apuntó a la nueva ruta, ya algunas semanas después de ese espectáculo se enteró de que necesitaban mujeres para el coro. Audicionó y, sin contar con estudios líricos previos, impresionó al jurado, que luego se convertirían en sus maestros.

Rápidamente la joven Verónica llegó al coro del Teatro Municipal y ahí la soprano Renatta Scotto (quien murió este mes de agosto) puso sus ojos en ella cuando compartieron escena en “La Boheme”, de Giacomo Puccini. Era mayo de 1986. Y con sólo 20 años, su vida ya era otra.

La verdad es que yo no tenía idea de lo que quería hacer, jamás había escuchado música clásica hasta que fui a ver la zarzuela. En esa época sólo era una joven que quería bailar y pasarla bien, pero me interesaba mucho por la pintura y por escribir. Me gustaba mucho la música, pero desde otra perspectiva, nunca imaginé que viviría de esto y podría ayudar a las nuevas generaciones con mi talento”, cuenta, también refiriéndose a su academia y a la fundación que lidera desde hace una década (fundacionvv.org). Cuya misión, según define en redes sociales, es “a través del canto y la música ayudar a personas en situación de vulnerabilidad, visibilizar talentos y mucho más”. En 2020, plena pandemia, realizó con éxito el primer festival lírico con su nombre para destacar nuevos talentos.

–¿Cómo es tu rutina en Nueva York?

–La verdad es que me levanto muy tarde (se ríe). Cuando cantaba mi vida era muy nocturna, porque las actuaciones terminaban tarde y te dormías tarde; eso me produjo una altercación del sueño que se ha mantenido toda mi vida. Aquí (en Nueva York) llevo un ritmo muy tranquilo. Hago algunas clases online, veo a mis amistades y disfruto de las cosas simples de este barrio de Nolita que está en el Soho. Me gusta mucho la energía de esta zona. Es diferente a estar en Times Square, que lo encuentro horroroso pospandemia porque hay muchos crímenes y hay otro panorama. En cambio, mi barrio tiene un sabor distinto, acá vive mucha gente joven y eso le da una vitalidad única al lugar. Me encanta la calle Mulberry, donde se filmó “El padrino” y que cuenta con edificios de 200 años, la gente acá es muy cercana. En la calle del frente vivía el capo de la mafia en otras décadas, ahora están los chinos con sus restaurantes, antes vivía David Bowie. Pero también vive gente más humilde y esa mezcla, que no pasa en Chile, es muy interesante. Yo me siento neoyorquina.

Encuentra la entrevista completa en la nueva edición de Revista Velvet, en su versión impresa o digital aquí. 

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