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De acuerdo a el famoso estudio sobre la felicidad de la Universidad de Harvard, son las relaciones humanas profundas nuestro principal ingrediente de satisfacción en la vida. Ahora bien, la vida social es un sistema vivo y como tal necesita ejercicio, de lo contrario las relaciones se atrofian. De ahí la importancia de las relaciones sociales.
Robert Waldinger, profesor de psiquiatría en la Escuela de Medicina de Harvard y director de la investigación Estudio de Desarrollo de Adultos de Harvard (HSAD) lo explica en simples palabras. “Son las buenas relaciones humanas las que nos hacen más felices y saludables. Punto”. Además, agrega un nuevo término para este proceso de evaluar y tratar la salud de nuestras relaciones: “aptitud social”.
Para él, esta aptitud social “es tan crucial como la buena forma física. Las relaciones descuidadas pueden atrofiarse, como los músculos. Nuestra vida social es un sistema vivo y necesita ejercicio”, explica Waldinger. Y agrega, “está científicamente probado que las personas que están más conectadas socialmente viven más y están más protegidas contra el estrés, la depresión y la degeneración neurocognitiva”.
Eso sí, el experto aclara que no se refiere sólo a las relaciones con tus amigos, tus familiares o tu pareja, sino también con tu comunidad y los desconocidos con los que interaccionas cada día. Por eso se refiere a lis tipos de amistad más importantes en nuestras vidas.
Bajo este contexto, Arthur Brooks, profesor de la Harvard Bussiness School y un experto mundial en felicidad, hay 3 tipos de amistad. Y en su reciente artículo para la revista The Atalnatic propone aquellos tipos que todos debemos cultivar. Sin embargo, aclara que fue Aristóteles quien hizo esta diferenciación en su libro Ética a Nicómaco.
Las amistades de utilidad: Son las de tipo superficial y que funcionan a base de intercambios. Por ejemplo, “piensa en las relaciones que tienes con las personas con las que trabajas o con las que haces negocios”, explica Brooks.
Las amistades basadas en el placer: “Este tipo de relación se basa en la admiración mutua porque cada persona obtiene placer de la otra. Si una persona encuentra a su amigo divertido, interesante y una fuente de disfrute, es probable que sea una amistad de placer”, señala Brooks.
Las amistades perfectas: Aristóteles las llama “amistades de virtud o perfectas”. Son amistades que no se cultivan por utilidad ni por placer, sino por sí mismas. Completamente desinteresadas, son las que nos aportan mayor felicidad.
