Hoy tiene línea directa por redes sociales con el presidente Boric. Un acceso que ni pensaba a los 19 años, cuando creó su productora y empezó a tocar puertas para desarrollar proyectos sobre medioambiente, soportó rechazos y, más de una vez, pensó en dejarlo todo. Ahora abre otra ventana, con su debut en el departamento de prensa de Mega.
Por Claudia Paz González Fotografía: @casa_emma Equipo Estudio: @edo.salvo_photo @jslabbe @lamujerbarbuda.cl Producción: Magdalena Mizón Styling: Majo Olas Maquillaje/pelo: Isidora Prieto
No necesita ni una gota de maquillaje, Tita Ureta luce radiante a cara lavada. Se ve fresca y no muestra signos de ansiedad a pocos días de su debut en el Departamento de Prensa de Mega, canal donde sus programas “La ruta verde” y “La ruta del agua” fueron un éxito en 2023. Está recargada, sólo hace pocas horas que llegó a Santiago tras una breve escapada a su casa en las playas del Pacífico de Costa Rica, donde va cada vez que puede y de la que prefiere no entregar mayores detalles. Es uno de sus pocos misterios. Bueno, ‘semi misterio’, ya que comparte en sus redes parte de esa vida paradisiaca, con sus imágenes de ella tomando olas, casi sin esfuerzo, en la tabla de surf.
“Allá me desconectó por completo, estoy sólo en bikini todo el día, anónima”, cuenta esta periodista sentada en un café con una sonrisa que ya ha convertido en su marca registrada y que el público reconoce en sus programas con contenido medioambientalista.
En esas mismas playas, en mayo de 2022, también se casó –tras casi 10 años juntos– con el skater profesional Spiro Razis (47) en una ceremonia llena de simbolismos y bailando bajo una lluvia tropical.
“No existe nada que me estrese más que la rutina. Una vez al año, me dan ganas de tirar la toalla y decir: ‘Hasta aquí llegué. No voy a hacer más programas’”, enfatiza, deslizando el espíritu libre de esta acuariana que a fines de enero cumple 32 años.
Pero la cámara la ama, también esos seguidores que abultan sus plataformas digitales y que son claves en su gran 2023 que partió con el título de Reina del Festival de Viña del Mar. Allí paseó por alfombra roja de la gala con un comentado diseño de Lupe Gajardo elaborado con desechos de redes de pesca que ella misma se encargó de recoger buceando en los fiordos cercanos a Puerto Montt. “Planifiqué mucho tiempo el mensaje que quería entregar y cómo lo iba a hacer”, explica.
Una popularidad estival que mantuvo el resto de la temporada. En los meses siguientes fue protagonista de eventos, las marcas comerciales hacían fila para ficharla y hoy es el rostro principal de una importante firma de retail. Todo sin renunciar a las olas que tanto ama.
“Cuando me planteo una meta, simplemente, voy por ella. Soy de decretar y correr riesgos. Siempre quise dedicarme a esto, jamás tuve dudas. Aunque una vez me planteé la posibilidad de dejarlo todo”, asegura mientras toma su jugo de naranja.
Con honestidad, Tita se pasea por diversos temas, desde “sus vías escape” a sus planes de maternidad y la situación de Chile: “La crisis de inseguridad que vive el país me preocupa y mucho. Todos los días, se escucha de más casos de personas cercanas que han debido enfrentar momentos duros y obviamente que da temor”.
–Tus programas son una radiografía del impacto del cambio climático y la contaminación.
–El cuidado del agua es lo que más me mueve. Grabando “La ruta del agua”, contacté al Presidente (Gabriel Boric) y nos seguimos en Instagram. El tema de la protección del medioambiente va más allá de todo. Haciendo el programa nos dimos cuenta de que hay lugares que tienen muy poco –o difíciles– accesos, entonces me atreví a preguntarle del tema. No hemos concretado nada, pero igual tengo la oportunidad de poder comunicarme con él.
Es menuda, pero proyecta una solidez y energía poderosa, especialmente, cuando hay que abordar esta misión. “Tenemos la oportunidad de conectarnos con lo que nos hace bien, con el cuidado del medioambiente, de apasionarnos”.
–La naturaleza tiene que ver poco con la otra selva: la televisiva.
–En mi generación muchas somos súper cercanas. Las mujeres nos apoyamos un montón. Para mí, el periodismo es como salir a jugar a la cancha en equipo, como en el fútbol. No es individualista, sino que lo veo muy colaborativo. Hay muchos periodistas que también están haciendo cosas sobre el medioambiente, eso me gusta y me permite instruirme mucho.
–Si tuvieras que definir el 2023 con una palabra, ¿cuál sería?
–Entre fascinante y desafiante. Hay un antes y un después de la gala del Festival del Festival de Viña. De ahí en adelante fue desafío tras desafío. Empecé a hacer ‘campañas verdes’ con el retail, en las que hay un impacto ecológico positivo, como darle una segunda vida a la ropa. Tenemos que cambiar el paradigma, reforzar las instancias de reutilización y ser más conscientes sobre lo importante que es apostar por el diseño local.
–Te proyectaste alguna vez en un Departamento de Prensa.
–No sé si me proyectaba porque siempre he sido más de gestionar mis proyectos, pero estoy feliz. El Departamento de Prensa de Mega se hace cargo de cerca del 70% de la parrilla del canal y es un desafío meterme al ritmo de ellos para viajar por Chile y Latinoamérica durante los próximos cuatro meses. Es una buena instancia para consolidar mi trabajo de periodismo más duro. Siento que ahora estoy viendo los frutos del trabajo hecho, poder de decidir yo los temas que quiero tocar, que me importan y que creo que son necesarios.
En su nueva función en prensa le tocará realizar distintos viajes para abordar las nuevas tendencias en turismo y los desafíos medioambientales de distintos territorios. “Eso me da una súper herramienta de poder. Aunque el tiempo me ha enseñado que puedo moverme sola perfectamente bien. Sé generar contenido y no necesito de un gran canal que me respalde, puedo hacerlo sola también. En Mega se han portado increíble. Toda mi vida trabajé para lo que hoy estoy viviendo”.
–¿Te imaginas conduciendo un matinal?
–No lo descarto. Me encantan los desafíos y si se me da esa oportunidad, la tomaría. Pero sé que me cuesta mucho también la rutina y necesito de mi libertad, de pegarme mis escapes. Aunque no me cierro a nada, ni a conducir el Festival de Viña.
–¿Qué otras cosas te preocupan como ciudadana?
–La inseguridad es uno de los temas que me angustia. No poder subirme a un taxi sola sin tener que compartir la ubicación a alguien. Recién a una amiga actriz la asaltaron saliendo de una comida y con pistola en mano en la Costanera. Es inevitable andar con ese miedo de que en cualquier momento me va a pasar.
–¿Qué sientes cuando dicen que eres la chica buena?
–No me siento así para nada.
Eso sí, cuenta que nunca fumó y su consumo de alcohol es mínimo. “Me tomo una copita de vino y me dura toda la noche”, cuenta. Su ‘vicio’ cotidiano, reconoce, es terminar el día inevitablemente revisando Instagram.
“En lo único que no transo es en el uso de filtros, ¡jamás los he utilizado!”, afirma. Somos testigos al otro lado de la mesa que, como ella luego también nos confirma, tampoco se ha aplicado bótox.
–¿Qué pasa con la maternidad?
–Las ganas están y no voy a postergarla.