Si eres de los que evitan el té matcha porque el sabor no te convence, debes saber que hay otras formas de consumirlo, y así poder disfrutar de sus beneficios.
Durante los últimos años el té matcha se ha convertido en una bebida muy popular. Y muchos han cambiado el café, por esta bebida verde, ya que aporta energía debido a sus antioxidantes y teína.
Sin embargo, el té matcha es mucho más que eso. Proviene de la misma familia del té verde, y su diferencia es que es el polvo hecho de las hojas de té reales. Y precisamente por esto último, recibes más nutrientes y por ende, beneficios.
En otras palabras, aporta los mismos beneficios para la salud del té verde, pero considerablemente aumentados. Y dentro de sus propiedades encontramos:
Una carga de antioxidantes
El té verde contiene un tipo de antioxidantes llamados catequinas, los que pueden ayudar a reducir el daño celular y prevenir enfermedades crónicas. Además de todas las propiedades de los antioxidantes.
Aporte de energía
Según estudios, el polvo de Matcha tiene aproximadamente tres veces la cantidad de cafeína que otros tipos de té. Esto es, casi el mismo beneficio energético que una taza de café.
No altera el nivel de estrés (como el café)
El polvo de Matcha contiene L-teanina, un suplemento natural que se ha demostrado que reduce el estrés. Y según un estudio del año 2016, tomar bebidas ricas en L-teanina puede es beneficioso para las personas que sufren de ansiedad.
Aumenta la productividad
Un estudio publicado en Food Research International, arrojó que las personas que bebieron té matcha experimentaron, una hora después, un aumento en la atención y velocidad.
Ayuda a la prevención del cáncer
No hay ningún estudio demasiado concluyente, todavía. Pero numerosas investigaciones han vinculado el antioxidante EGCG con la prevención del cáncer, especialmente con el de colon. Aparentemente, el compuesto inhibe el crecimiento de las células cancerosas al inducir la muerte de células malignas.
Ayuda a disminuir los niveles de colesterol
Una investigación de 2016 afirmó que, gracias al EGCG, el té verde puede ayudar a reducir el colesterol “malo” o LDL. Este último, capaz de generar a una acumulación de ácidos grasos en las arterias, aumentando el riesgo de ataque cardíaco y accidente cerebrovascular.
Huesos más fuertes
Varios estudios coinciden en que el consumo del té matcha puede aumentar la densidad mineral ósea, ayudando a reducir el riesgo de desarrollo de osteoporosis.
Su poder saciante
Por lo general, se consume con leche o la alternativa sin lactosa deseada. De ahí su efecto saciante. Eso sí, los expertos recomiendan preguntar si el polvo viene con azúcar incluido, ya que en ese caso es menos saludable.
Colorante natural
Si se van a utilizar colorantes en la comida, la recomendación es que sean naturales. Y el polvo matcha es uno de ellos. Su contenido de clorofila es lo que le da su característico color verde, y este se mantendrá prácticamente en cualquier mezcla que se realice.
Receta: pancakes de té matcha con mantequilla de maní
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