Revista Velvet | Seis maneras en las que Virgil Abloh revolucionó la moda
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Seis maneras en las que Virgil Abloh revolucionó la moda

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Seis maneras en las que Virgil Abloh revolucionó la moda

POR Carlos Loyola Lobo | 30 noviembre 2021

Virgil Abloh: arquitecto, ingeniero, artista gráfico, DJ, devorador cultural, mano derecha de Kanye West, director creativo de Off-White, director creativo de la línea masculina de Louis Vuitton. Un talento múltiple que cambió la forma en la que nos vestimos y la forma en que se comporta el negocio de la moda. Todo esto en menos de una década y antes de los 41 años, cuando ha muerto este domingo como víctima de un cáncer.

En muchas partes se analizará cómo Virgil Abloh supo convertir un estilo de vida en una marca de éxito, pero si alguien se pregunta qué impacto real ha podido tener este diseñador y artista en vidas de personas como tú o como yo, la respuesta es rápida. Que hayamos pasado sin darnos cuenta de los pantalones pitillo a los joggins y la cultura de las zapatillas. Él fue el primero en superar la conversación de géneros y razas. Él fue el primero en matar al diseñador ególatra. Muchos le recordarán como el hombre que vendió camisetas de algodón básicas por 400 euros o el creador de un bolso “no funcional” (explicado así desde su marca) por más de 1.000 euros, pero si Abloh hizo historia en la moda es porque cambió las cosas para siempre desde un plano mucho más profundo de una aparente estética.

El primer cambio: el poder pasa a la calle

La moda venía siempre de alguien que dictaba las reglas. Esto se lleva así, esto ya no interesa a nadie, etc. El primer gran quiebre de Abloh tuvo que ver con invertir esta conversación y en su universo es la gente la que dicta el estilo. Es la calle la que habla. Esto es lo que plasmó en Off-White, pero espíritu de la calle, que el propio Abloh definió en entrevistas como “un género de arte y diseño que gira en torno a principios de ironía, DIY (siglas para decir Do It Yourself: “hazlo tú mismo”) y cultura pop”.

Para él, que creció en la localidad de Rockford, dentro del estado de Illinois, EE.UU; obsesionado con el skate, con la cultura hip-hop, el streetwear, Michael Jordan y los Chicago Bulls, las camisetas anchas y la ropa de calle tuvieron un significado más profundo que la pura estética. El streetwear fue la clave que le permitió conectar con ese sentir de la moda como se ha presentado siempre: como algo distante y complejo.

La voz de su generación

“Yo, como artista, buscó crear diálogos y ser inclusivo. Es lo mismo que hacen los millennials, trascendiendo las cuestiones de raza y género”, declaraba el artista a la edición española de GQ. La suya, de hecho, es una marca para millenials, algo que siempre aceptó porque siempre fueron una fuente real de inspiración. Virgil siempre quiso representar a su generación, dialogar con ella, diseñar ropa desde su perspectiva. Lo dijo en varias ocasiones: le inspiraban todos esos jóvenes que expresan su personalidad a través de su estilo mezclando ropa vintage con piezas nuevas, rompiendo géneros y roles.

El confinamiento al inicio de la pandemia le hizo reflexionar sobre un mundo que avanzaba demasiado rápido y sus habitantes vivían presos de un consumo excesivo y acumulativo. Abloh vio claramente que había llegado el momento de la lucha contra el cambio climático y la sostenibilidad, estaba dispuesto a dar una nueva vuelta más: hacer la industria de la moda ecológica. “Creo que lo que va a pasar es que vamos a expresar nuestros conocimientos y nuestro estilo personal con piezas vintage. Hay muchas prendas increíbles en estas tiendas y considero que es el momento de empezar a usarlas”. Esa era su apuesta.

Romper las barreras entre quienes hacen la ropa y quienes la llevan

La relación de Abloh con Instagram ha sido tan estrecha como vanguardista. Para él, la moda nunca se trató de un sistema a puertas cerradas, por tanto, lo de publicar fotos de su proceso creativo era una forma de romper las barreras entre los creadores de moda y la gente. Abloh mostraba a sus casi siete millones de seguidores de Instagram la elaboración de sus colecciones y les pedía opinión sobre bocetos pidiéndoles elegir entre dos telas. Sus fans no solo compraban su ropa sino que además le daban una valiosísima difusión. Instagram, decía, también le servía de inspiración: le gustaba poder ver lo que está sucediendo en la calle en todo el mundo y recoger ideas que después aplicaba a sus creaciones.

El creador del nuevo lujo

Su nombramiento generó un gran revuelo en la industria de la moda por muchas razones. Algunos se mostraron escépticos porque Virgil no tenía ninguna formación en moda, y lo cierto es que su llegada mostraba que la marca estaba dispuesta a asumir riesgos. Sin embargo, su enfoque único conectaba con lo que la mayoría de los hombres, especialmente los jóvenes, quieren llevar. El interés que despertó Abloh solo fue en aumento. Se trataba de algo más que la posibilidad de una nueva estética en la moda, un cambio en la actitud, un movimiento hacia algo más abierto, inclusivo y diverso.

Desde su primera colección exhibida en 2019, lo que se mostró fue diferente a todo lo que se había visto antes en la moda, porque no se trataba tanto de la ropa sino de encontrar esperanza y belleza en la diversidad. De cómo la cultura estaba cambiando, abriendo posibilidades, cumpliendo sueños. Fue un momento sobre la diversidad de géneros, sobre el poder de la ironía y el máximo respeto a las referencias del pasado. Se trataba de hablar directamente con una generación joven, de derribar muros y crear algo nuevo. El talento especial de Abloh fue redirigir todo lo que Louis Vuitton representa hacia las necesidades y deseos de la juventud.

El nuevo estándar de diversidad

Hijo de inmigrantes de Ghana, Abloh es el tercer diseñador afrodescendiente (tras el británico Ozwald Boateng, al frente del hombre Givenchy entre 2003 y 2007, y el francés Olivier Rousteing, creativo de Balmain) en ocupar un puesto de privilegio en la predominantemente blanca industria de la moda. En su desfile inaugural para Vuitton los 17 primeros modelos que caminaron por la pasarela eran afroamericanos. 17 de 40 es una declaración de intenciones y un exigente nuevo estándar con el que se medirá a otras grandes marcas. Uno de los legados que Abloh quiso dejar fue, precisamente, la normalización de la diversidad. “Ahora tengo una plataforma para cambiar la industria. No es ningún secreto: somos diseñadores, así que podemos comenzar una tendencia, podemos destacar los problemas, podemos hacer que mucha gente se concentre en algo o podemos hacer que muchas personas se centren en nosotros mismos. Estoy interesado en usar el altavoz que se me ha dado para construir algo diferente, para mostrar a la gente de una manera poética la realidad. Los modelos son artistas en primer lugar, en mi mente; no son negros”, dijo para la GQ británica.

 

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El precursor de las colaboraciones

Desde su firma propia, Off-White, que Abloh veía la moda como un arte y un medio en el que las colaboraciones son un ingrediente muy emocionante para la creatividad. Virgil contó en varias ocasiones que trabajar con otras marcas le aportaba nuevas perspectivas, expandía su manera de pensar y era un método excelente para modernizar una marca. Quizá por ello desde su propia firma colaboró con creadores como Nick Knight, Riccardo Tisci, Kim Jones, Takashi Murakami, Olivier Rousteing, Giuseppe Zanotti o Silvia Venturini de Fendi y con marcas como Nike, Ikea, Levi’s, Vans y Moncler.

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