Este año, la reina Isabel II, de 95 años, celebra su Jubileo de Platino. Es decir, se cumplen 70 años de Su Majestad en el trono. Si bien la actual Soberana asumió el trono el 2 de junio de 1953, la fatal noticia que cambió su vida para siempre llegó el 6 de febrero del citado año. 

La heredera al trono tenía solo 25 años, cuando se enteró de la muerte de su padre, el rey Jorge VI, debido a un cáncer de pulmón. Ella se encontraba en un viaje por África junto a su marido, el fallecido duque de Edimburgo. Y de la noche a la mañana, tras aquella triste noticia, ella se convertía en reina de Inglaterra.

Isabel se encontraba en Kenia, precisamente en lugar de su padre, quien no había podido asistir debido a la enfermedad que lo aquejaba. “Por primera vez en la historia del mundo, una joven mujer trepó a un árbol un día como princesa y, después de tener lo que ella describió su experiencia más emocionante, bajó del árbol el día siguiente como reina“, escribió en el libro de visitas Jim Corbett, naturalista y cazador que se encontraba con Isabel y el príncipe Felipe aquel día.

Si bien el duque de Edimburgo esperó abandonar la cabaña donde se hospedaban para informarle la noticia a su querida esposa, aquel hospedaje, Treetops, quedó en la historia como el lugar donde Isabel dejó de ser princesa para convertirse en reina. Es más, la pareja escribió una lista de los animales que habían visto durante su estadía. Y esa hoja de papel quedó enmarcada en el hotel.

Lamentablemente, dos años después, el hotel se quemó bajo un ataque de los rebeldes anticolonialistas Mau Mau. Un nuevo hotel se construyó después y sigue funcionando en la actualidad. La visita real y la leyenda rebelde lo convirtió en uno de los hoteles más famosos del mundo. Y hoy, los adinerados huéspedes pueden pasar la noche en la Suite Princesa Isabel, leer sus recuerdos de la visita y contemplar un retrato de la reina.

Años más tarde, en 1983, Isabel y Felipe volvieron a Treetops. Y, evidentemente, todo y todos habían cambiado bastante. Durante muchos años, una placa recordaba el lugar donde pasaron la noche en que la princesa se convirtió en reina.

Este año Isabel se convertirá en la protagonista del reinado más largo del Reino Unido. El anterior, lo firmó la reina Victoria con 64 años en el trono.

Isabel II es la primera monarca británica en celebrar un Jubileo de Platino y lo recibe con una sonrisa, a pesar de haber perdido a su marido en abril del año pasado, a sus 99 años. El duque de Edimburgo caminó a su lado por 73 años, y los expertos aseguran que es precisamente en honor a su amor que Su Majestad ha optado por la felicidad antes que dejarse apagar por la tristeza. Esto, porque según palabras de su nuera, la duquesa de Wessex, al príncipe Felipe le hacía muy feliz ver a su esposa sonriendo.

Este año enmarca una serie de celebraciones debido a su aniversario 70 como soberana, y el día oficial es en junio, por lo que las festividades están programas para los primero cuatro días de ese mes. Por ahora, solo se ha realizado una pequeña recepción. “Su Majestad la Reina dio una recepción para los miembros de la comunidad local y grupos de voluntarios en Sandringham House en la víspera del día de su ascensión al trono, el 70 aniversario del reinado de Su Majestad”, anunció el palacio de Buckingham en un comunicado.

Ninguna ceremonia oficial se llevará a cabo este 6 de febrero, ya que también es la fecha de la muerte de su padre, el rey Jorge VI, al que estaba muy apegada.

Por su parte, la Casa Real británica ha publicado otro comunicado oficial de parte de la reina Isabel II. En él, se refiere al Jubileo, a sus 70 años como reina, y también deja claro su mensaje sobre quiénes serán los próximo reyes de Inglaterra.

En el comunicado, Su Majestad, señala que “cuando llegue la plenitud de los tiempos, y mi hijo Carlos se convierta en rey, sé que le darán a él y a su esposa Camilla el mismo apoyo que me han dado a mí; y es mi sincero deseo que, cuando llegue el momento, Camila sea conocida como reina consorte mientras continúa con su leal servicio”.

Un mensaje que no sorprende a los medios británicos, pero sí que lo hace el momento en el que lo envía.