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Más allá de alfombras rojas y vacaciones paradisiacas, si para algo ha servido el Instagram es para conocer sin filtros ni necesidad de paparazzis escondidos entre las plantas, la vida privada de las grandes estrellas. Saber que son cercanas, que disfrutan con sus familias, que se hacen una mascarilla facial, que regalonean con sus mascotas. Lo que podríamos hacer tú y yo, pero mostrado por ellos mismos resulta la magia.
Y en la época cuando todo es viral e instantáneo, se ha vuelto de moda las arrugas (sino es cosa de ver el aviso que hizo Maggie Smith para la casa de modas Loewe), el decirle adiós al maquillaje (ahí tienen a Pamela Anderson), y el dejarse las canas, que no es nada nuevo pero que hoy suma una nueva asidua al clan. Se trata de la actriz mexicana Salma Hayek, que abrazada a su amiga Penélope Cruz, no hizo nada para tapárselas ni disimularlas. Sino que las lució con toda sabiduría y orgullo.
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En una de las fotos, Hayek aparece con un primer plano de su rostro, con el pelo semi tomado por los lentes de sol, pero donde deja ver varios mechones de canas que contrastan con su pelo oscuro: “Aquí les va un consejo para cubrirse las canas sin teñirse el cabello… quítense los lentes de la cabeza!!!😜😹 bienvenida la sabiduría🦉“, escribió Salma bajo la fotografía.
Con este gesto, la esposa del empresario Francois-Henri Pinault se une a la larga lista de famosas que han hecho de las canas un gesto de confianza en sí mismas, rindiéndose a la imposición social de teñirse el pelo para verse más jóvenes.
En este club podemos encontrar desde la reina Letizia y la princesa Carolina de Mónaco hasta las actrices Andie MacDowell o a la mismísima Sarah Jessica Parker. Antes que ellas, Jane Fonda, Jaime Lee Curtis, Diane Keaton o Helen Mirren han demostrado que el pelo blanco o con canas no es sinónimo de descuido de su imagen, sino que está el derecho a envejecer y no es necesario esconderlo.
“Durante el confinamiento por el COVID-19 pude ver las raíces con mi cara y con mi piel y mis ojos, y me gustó”, declaró Andie MacDowell en una entrevista con la revista People.
