Por Ada Albornoz G.

Durante el 2020 muchos nos vimos confinados por varios meses, la realidad se vio totalmente permeada por el virus, obligando a conocer mucho más a quienes teníamos al lado. Esto causó una serie de conflictos en las relaciones, tanto en los hogares como en las parejas, pues la forma de relacionarnos cambió totalmente, teniendo que adaptarnos a esta nueva realidad.

El doctor Rodolfo Neira conversó con Carolina de Moras sobre esta situación y cómo podemos determinar que estamos relacionándonos correctamente. Para el especialista antes de entender a mi pareja, debo entender que las relaciones humanas son una trasferencia, una proyección o un espejo que aporta en el autodescubrimiento de cada individuo. Para él lo que conocemos como amor propio y autodesarrollo se ve realmente reflejado, cuando va de la mano con la vibración en la que uno se relaciona.

El especialista con respecto a las parejas da un ejemplo: cuando nos enamoramos ocultamos nuestras heridas, sombras o, como el doctor lo llama, el “cuerpo del dolor”, que es todo aquello que no se desea mostrar, pero está en el inconsciente de cada uno. A medida que la química o enamoramiento perdure, todo será de colores, pero cuando comiencen a disminuir, aparecerá este cuerpo del dolor.

Lo anterior, podría ser la causante de los problemas en las parejas confinadas pues “cuando ya no hay esa polarización física y ha mermado el enamoramiento como fase transitoria, puede que observe al de al lado y ya no lo reconozca, ni siquiera como dice las cosas, como me mira y digo: ‘no lo reconozco es otro ser’”, dice Neira.

“Si yo engancho desde la emoción, potencio mi sombra y se la traspaso al de al frente. Cuando alguien enjuicia a quien tiene al lado, lo que está haciendo es decirle que despertaste la sombra en ti”, comenta Neira. Y es que ese duelo de sombras no hace bien a nadie y es por ello, que muchas parejas terminan o eternizan la relación porque es ‘lo que tocó’. “Si asumimos que ‘es lo que hay’, comienzan las codependencias que llevan a que en el día a día lo pasemos muy mal”.

La clave es no idealizar al otro y saber diferenciar si me estoy enamorando de un ser con lo bueno y lo malo, o de una expectativa, de un ideal que tengo como persona. “Tienes que enamorarte de las flores, pero también de las espinas”, asegura Neira. Las parejas deben ayudarse a volar entre ellos, a crecer juntos y eso no debe ser necesariamente eterno, si no que puede durar meses o años, todo dependerá del crecimiento que cada uno tenga. 

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