El próximo 23 de septiembre se cumplirán 60 años desde el estreno de “Los Supersónicos”, la primera serie a color que transmitió la señal ABC de Estados Unidos. Nos mostraba a los Jetson, una entrañable familia que vivía en el futuro, específicamente en 2062, en un ambiente totalmente robotizado. Un dato no menor: solo un 3% de los estadounidenses tenía televisores a color en esa época, así es que era difícil apreciar el uso del technicolor, algo crucial para apreciar el show cabalmente. Quizás por eso el programa de comedia se canceló antes de lo previsto.
Cuando “Los Supersónicos” cumplieron 50 años, la prestigiosa Smithsonian Magazine, del instituto de investigación homónimo, realizó varios artículos sobre la serie y la catalogó como “la más importante pieza de futurismo del siglo XX y que ayudó a los norteamericanos a definir su futuro”.
Seguramente si hoy un joven viera esta caricatura animada no valoraría inmediatamente la importancia de un programa en el que los autos voladores se convertían en maletines de mano, había ciudades flotantes, videochats y computadoras poseedoras de toda la información del mundo. Porque claro, no saben que eso, que no suena nada de loco en estos tiempos, salió de la cabeza de al menos dos genios hace seis décadas.
Sus creadores, William Hanna y Joseph Barbera, los mismos cerebros brillantes detrás de “Los Picapiedra”, acertaron –con variantes más, variantes menos– en prácticamente todas sus ideas futuristas: despertadores que hablaban, televisores con pantallas planas (en tiempos en los que estos aparatos eran muy curvos y pesados), solariums, medios de comunicación digitales y mucho más.
En la serie nunca hablaron de un sistema parecido a Internet para realizar videollamadas. Pero mucho antes que el director Robert Zemeckis impactara con ese tipo de “magia” en “Volver al Futuro II”, los Jetson ya hacían este tipo de llamadas. Eso permitía que en “Los Supersónicos” se realizaran teleconsultas con un médico por ejemplo… tal como hoy. Y, claro, no existía Siri o Alexa, pero la familia ultra robotizada ya estaba acostumbrada a interactuar con sus modernas máquinas a través de comandos de voz.
Y su casa era inteligente; hasta le preparaba desayuno a la familia. Hoy en día los hogares más privilegiados con tecnología no hacen omelettes, pero sí controlan la temperatura, la luz y mucho más desde una pantalla.
La brusca y eficiente robotina Rosie, esa empleada-robot que limpiaba toda la casa (‘mujer’ con delantal, detalle digno de otro análisis, claro), hoy es una realidad en muchas partes del globo. Ni hablar de la actual aspiradora robot, tan parecida en su concepción a la Roomba, un hit de ventas en todo el mundo en la actualidad. Y qué decir de los relojes inteligentes que hoy pueden monitorear nuestro ritmo cardiaco y hasta las App de nuestro celular.
Una característica muy supersónica eran las cintas transportadoras. ¿Algo loco para la época, no? Bueno, hoy basta con darse una vuelta por cualquier aeropuerto para usar una.
Hasta ahora, lo único que sigue pareciendo una exageración (aunque siendo un poco injustos, porque todavía no estamos en el 2062 de los Jetson) es el despliegue de autos voladores personales. Hoy el Terrafugia es el único modelo parecido a este tipo de automóvil y podría estar disponible en un par de años.
Otra proyección visionaria de Hanna-Barbera son las cámaras microscópicas en píldoras. Es cosa de pensar en una endoscopía o en una laparoscopía: minicámaras que se introducen en pequeñas cápsulas para ver el interior del organismo.
¿Cuánta inspiración habrán sacado de esta serie los creado- res de tecnología posteriores? Las respuestas están a la vista. Los Supersónicos nos obligaron a soñar con tecnología futurista en el siglo pasado y, lo mejor, a ponerla en marcha. Hoy le damos las gracias por tanto acierto a esta familia futurista. A Súper Sónico (George Jetson), Ultra Sónico (Janet Jetson), Lucero Sónico (Judy Jetson), Cometín Sónico (Elroy Jetson), Robotina (Rosie) y el querido perrito Astro. Pero más que a ellos, lógicamente, a las cabezotas enigmáticas de Hanna-Barbera. .
Y pensar que uno, con suerte, apaga el celular cuando se le pega una App….