Lo primero que se debe tener claro, es que un refeed no es la clásica comida trampa o cheat meal. Entonces, no pienses en pizza o en comida chatarra. Lo cierto es que un refeed se refiere a un periodo de tiempo en el que “te sales” de la dieta y hay un aumento en la ingesta calórica. Ahora bien, esto no significa comer en exceso.
Entonces, un refeed se traduce en una especie de recarga y en un espacio de tiempo en el que cambiamos nuestra dieta. Más específicamente, consumimos más calorías, sobre todo, carbohidratos. Eso sí, se disminuye el consumo de grasas.
¿Cuál es la razón de hacer esta “recarga”?
Según los expertos en fitness, es útil cuando se quiere perder peso o en una fase de definición. Un refeed ayuda a recargar las reservas de glucógeno en los músculos y a estabilizar los niveles de leptina. Y es que cuanto menor sea la grasa corporal, hay menos cantidad de leptina provocando situaciones de hambre. Además, los refeeds aceleran el metabolismo y favorecen la quema de grasas.
Por otro lado, desde el punto de vista mental, una recarga también es un descanso psicológico. Se consumen más calorías, pero sin culpa y se disfruta un poco más de la comida. De ahí las diferencias con los cheat meal, en el que un día a la semana nos despreocupamos y comemos todo lo que remos.
El refeed, en cambio, dura uno o más días. Y se aumentan los carbohidratos, pero se mantiene la ingesta diaria de proteínas, provocando ese estímulo metabólico y hormonal positivo. Entonces, al estar recargados de energía se puede mantener la actividad física.
¿Cuándo deberíamos hacer un refeed?
Los expertos coinciden en que debe ser planificado y con una duración de máximo un par de días. Cuanto más intenso sea el ejercicio y menos masa grasa tengas, más refeeds necesitarás. Así que es perfecto en época de definición cuando se realizan entrenamientos cortos e intensos.
Además, una recarga debe constar de una buena cantidad de hidratos de carbono, entre 6-8 gramos por kilo de peso corporal, en personas con un porcentaje de grasa normal, y una ingesta de 1.8 g de proteínas. La parte restante puede ser en forma de grasas. En cuanto a los carbohidratos a consumir, que tengan mucha fibra y sean de calidad.