Puede que pocos hayan escuchado acerca de la terapia EMDR, pero lo cierto es que es una terapia muy usada por los terapeutas. Su nombre se refiere a Eye Movement Desensitization and Reprocessing, en inglés, o terapia de desensibilización y reprocesamiento por movimientos oculares. Y se trata de una técnica de tratamiento psicológico muy eficaz a la hora de superar sucesos traumáticos. Siendo precisamente la que ha aplicado el príncipe Harry. 

“Al duque de Sussex, el EMDR le podrá ayudar en muchas cuestiones de su historia que sobradamente conocemos. Como la pérdida de su madre en la infancia. También en otros aspectos actuales, como la ansiedad, o algún desajuste de pareja, quién sabe. Y para temas familiares, muy probablemente. Como cualquier otra persona, tendrá muchos episodios descolocados en sus archivos de memoria, que le impiden cerrarlos bien“, explica a We Life España, la experta Ana Sierra, psicóloga y sexóloga, experta en EMDR.

¿En qué consiste la terapia?

La EMDR se trata de un método de psicoterapia recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) desde 2013 como tratamiento ideal para trastornos relacionados con traumas. Y debido a su eficacia, “se utiliza y se forman muchos psicólogos y psiquiatras en la actualidad”, cuenta Ana Sierra, que se formó en EMDR en 2009.

Es más, la experta afirma que los pacientes suelen mirarla “como si estuviera loca” en un principio, pero reconoce que funciona. Es más, revela al medio español que fue la elegida para realizar “el tratamiento a muchas personas afectadas tras el 11S, ataque terrorista a las Torres Gemelas, y también en el del 11M, en Madrid, con una efectividad increíble”.

¿Cómo funciona?

La terapia EMDR ayuda a desprogramar tu mente, neutralizando malas experiencias. “En esencia, procesa creencias archivadas en nuestra memoria de manera desadaptativa, base del malestar, desequilibrio, trastorno o trauma, que se expresa en el presente. Es un método psicoterapéutico innovador que acelera el tratamiento de un amplio rango de patologías en el trastorno por estrés postraumático, entre otros”, explica.

Cabe destacar que fue descubierta y desarrollada desde 1987 por la doctora Francine Shapiro, en base a la teoría de que hay un componente fisiológico en cada dolencia. Ella se percató de que con el movimiento de sus ojos de un lado a otro, el malestar experimentando frente a sentimientos desagradables podía disminuir o desaparecer. Y de ahí nace la terapia EMDR.

Esta terapia se basa en que el trauma es una información almacenada en el cerebro de forma disfuncional, por lo que no se puede integrar en la experiencia cotidiana y ante un estímulo parecido en cierto modo hay síntomas que pueden ser miedo, ira, rechazo o bloqueo fisiológico o muscular.

¿Cómo llevarla a la práctica?

El protocolo EMDR sólo pueden ponerlo en práctica psicólogos y médicos. Y existe un autotratamiento de mantenimiento, conocido como el abrazo de la mariposa, que puede realizarlo cualquier persona que ha iniciado un proceso de EMDR.  Esa técnica, se basa en la estimulación alterna de los dos hemisferios cerebrales, y se utiliza durante su aplicación, asociada a una imagen traumática.

Su objetivo es cambiar determinadas experiencias y recuerdos almacenados en modo disfuncional, hacia una resolución adaptativa, favoreciendo la salud mental. Algo así como recordarte tu mala experiencia para reciclarla. Es decir, aquello que no se archivó correctamente y, con la estimulación del mecanismo, se logra que el hecho enredado se integre en los recuerdos saludablemente.

La experta también aclara que se produce una auto-curación, porque es el propio cerebro de la persona el que reprocesa y desensibiliza aquella experiencia traumática. Es decir, el terapeuta no es quien le dice cómo solucionarlo, es el propio paciente. La terapia EMDR ha definido procedimientos para acceder y desbloquear esos recuerdos, y dejar así que el sistema nervioso pueda finalmente integrarlos.

Sierra dice que otro de los beneficios es que “es de aplicación sencilla y es rápida, pues se aprecian cambios desde la primera sesión. Además es efectiva en pocas sesiones. En cuatro sesiones se podría procesar una creencia”. Eso sí, advierte que cada paciente y situación es diferente.

¿Cuáles son las técnica más usadas?

• Movimientos oculares sacádicos horizontales. Un conjunto de movimientos que el terapeuta hace con los dedos en el campo visual del paciente. Este último tiene que seguir los dedos del terapeuta con la mirada sin mover la cabeza y haciendo un total de hasta 40 movimientos en cada realización. Es la técnica que mejor funciona en EMDR.
• Estimulación auditiva bilateral. Se usan tonos o música bilateralizada que se escucha con auriculares. El terapeuta cuenta con un dispositivo que le permite controlar los sonidos, velocidad e intensidad.
• Tapping. El terapeuta golpea con suavidad las rodillas del paciente alternando derecha e izquierda y con alternaciones las manos de la persona que se encuentran apoyadas en su rodilla.

Una sesión EMDR sería algo así:

• En primer lugar, se pide a la persona que se concentre en el recuerdo que le está creando malestar.
• Posteriormente, se provoca el movimiento del paciente de uno al otro lado con la estimulación visual, táctil o auditiva.
• Posteriormente, se le pide al paciente que indique lo que le viene la mente: sonidos, imágenes, sensaciones y demás.
• Se repite el proceso hasta que desaparecen las sensaciones, emociones o pensamientos negativos.

Recuerda que este procedimiento debe ser guiado y realizado por un experto.