Existe una tendencia en las nuevas generaciones que consiste en regalar cajas de cartas a personas queridas. Y, de acuerdo a los expertos, tiene grandes beneficios para la autoestima y el estrés.
Hace algunos años una amiga muy cercana se fue a vivir al extranjero y a través de redes sociales pidió a sus cercanos que quisieran recibir una postal que enviaran sus direcciones. Me acuerdo perfecto cuando llegó la mía. Y es que aún cuando hablábamos seguido, leerla a ella de puño y letra me llenó el corazón. Hoy, esta práctica la han retomado los jóvenes y los expertos la recomiendan a cualquier etapa.
En un mundo donde todo es inmediato y quizás caduca de la misma forma, hablar de escribir cartas puedes sonar a algo antiguo. Sin embargo, son precisamente las nuevas generaciones, las que han rescatado ciertas costumbres de antaño. Una de ellas es el hecho de escribir cartas, sobre todo cuando se trata de cumpleaños o fechas especiales. Y si lo llevamos al simple hecho del cariño y dedicación que requiere una carta, resulta evidente que, en la era de las redes sociales, recibir algo escrito de puño y letra se agradezca tanto.
Aunque quizás pueda resultas extraño en TikTok hay miles de videos de unboxings de cajas de cartas. Convirtiéndose en toda una tendencia que, por lo demás, hace muy felices a sus padres. Un fenómeno que, según los expertos, tiene muchos beneficios mentales y emocionales.
El efecto positivo es tal, que incluso ha generado un debate sobre una práctica que hoy recomiendan no solo para niños y adolescentes, sino también para adultos. “Me parece un tema fascinante y puede verse desde una perspectiva psicológica muy rica. El hecho de que los adolescentes se escriban cartas por los cumpleaños es una tendencia preciosa y muy significativa a muchos niveles”, explica la psicóloga Pilar Guerra Escudero a Vogue España.
De acuerdo a la experta, expresarle a otra persona tu cariño o recordarle las cosas que te gustan de ella es un ejercicio muy poderoso tanto para ambas personas. Por lo que escribir estas cartas es otra forma de trabajar el refuerzo positivo. “A través de la escritura, se valida y se reitera la importancia de la relación entre las personas. Es un refuerzo emocional que ayuda a los adolescentes a sentirse queridos y valorados”, comenta al medio citado. Y agrega que este tipo de refuerzos son fundamentales en el desarrollo emocional, porque “ayudan a construir una autoestima saludable. El hecho de dedicar tiempo a escribir, de pensar en las cualidades y características que nos hacen valorar a otra persona, también promueve la empatía, así como el vínculo afectivo y de amistad”, sostiene.
Leer una carta de este tipo otorga una felicidad genuina. Y es que no solo resalta el sentimiento de validación emocional y pertenencia social, sino también beneficios posteriores. Al leer una carta te encuentras con tu “yo” y te puede otorgar incluso otra perspectiva de ti mismo como “alguien importante” para otra persona, reforzando una identidad social propia. Además, las palabras escritas suelen ser atesoradas, e incluso releerlas en momentos de duda o dificultad puede funcionar como una ayuda emocional que recuerda a la persona su rol en relaciones significativas.
Despedirse de un amigo, saludar a alguien para su cumpleaños, una carta para el Día de la Madre o el Padre, escribir cartas ayuda en todos los ámbitos de nuestro día a día, de acuerdo a los expertos. Y es que resulta ser otra forma de expresar lo se siente, sobre todo si a la persona le cuesta hacerlo o le da vergüenza. Por lo que termina siendo una herramienta de comunicación que ayuda mucho en su desarrollo emocional y social. Finalmente, es ponerle nombre a las emociones.
En el caso de los adolescente, los expertos coinciden en que es algo esencial, ya que expresar sentimientos ayuda a conocernos mejor, saber lo que sentimos y a abrirnos a los demás.
Que los expertos incentiven esta práctica en los adultos tiene que ver con los beneficios que aporta también a la persona que la escribe. Y es que así como journaling o diario de agradecimiento que muchos hacen, estas herramientas ayudan a encontrar la calma, y puede ser incluso un antídoto contra el estrés. En un mundo digital, escribir una carta simboliza un esfuerzo consciente. Y ayuda a desarrollar habilidades como la empatía, la gratitud y el fortalecimiento de los lazos sociales.
Está comprobado que la gratitud ayuda a reducir el estrés, mejora el sueño, refuerza el sistema inmune y la digestión. Algo que encuentra su explicación en algo tan simple como el hecho de que un corazón agradecido es esencial para la salud, tal como afirma el doctor Mark Hyman en Instagram. Escribir cartas es otra manera de trabajar el agradecimiento. Inmersos en la rutina, el estrés y la prisa nos olvidamos de esos momentos de aprecio a los demás de forma consciente. Escribir cartas, aunque sea en ocasiones especiales, es una forma poderosa de nutrir nuestras relaciones y de recordarnos lo importante que son las personas que nos rodean. Y tomarnos ese tiempo es una forma de cuidar de nuestro bienestar y el de los demás.
Sentarse a escribir tiene un impacto muy positivo. Y es un ejemplo claro de cómo un acto tan sencillo puede tener un gran impacto psicológico y emocional. No es solo algo bonito, sino más bien una herramienta de conexión profunda, de cuidado emocional y de refuerzo positivo. Algo que nutre nuestras relaciones y baja la velocidad del mundo digital en el que vivimos.
Ahora bien, aunque no las enviemos nunca, escribir esa carta nos permite liberar emociones y cerrar etapas pendientes.
Muchas veces no somos capaces de encontrarnos y el ritmo de la vida no nos favorece. Por lo que escribir una carta resulta otra manera de reflexión, no solo sobre el destinatario, sino también sobre uno mismo. Detenernos un momento a escribir y reflexionar sobre otra persona, también nos favorece a nosotros.