A solo un día de iniciar el Mundial de Qatar 2022, sigue creciendo la polémica en torno a la cita futbolera más importante del mundo. Ayer, la cantante norteamericana Alicia Keys declinó la invitación de los organizadores para abrir los fuegos de la tradicional cita futbolera.

Días atrás, el cantante Rod Stewart aseguraba que rechazó una millonaria oferta para cantar en la ceremonia de apertura porque le parecía “correcto”. Artistas como Dua Lipa también rechazaron participar en el Mundial, a quién se le sumó Shakira, a pesar de que estaba confirmada y que a propósito de eso recibió muchas críticas.

Stewart dijo a The Sunday Times que rechazó una oferta de más de un millón de dólares por “razones morales”. El artista aseguró, “Me ofrecieron hace más de un año mucho dinero, más de un millón de dólares, por tocar en el evento. Lo rechacé. No me parecía correcto ir”. De esta manera, Stewart un fiel fanático del deporte, se suma a las críticas de figuras importantes de la industria, quienes consideran que el país organizador viola los derechos humanos de las personas, al penalizar fuertemente a los homosexuales y a las mujeres.

Así como la canción de los perritos, solo quedarían de la lista original la agrupación norcoreana BTS y los Black Eyed Peas como los grandes invitados a la inauguración del mundial de fútbol, que tendrá lugar este domingo en el estadio Al-Bayt, en la ciudad de Al Khor. En cuanto a la estrella albano-kosovar, Dua Lipa, ella negó en su Instagram que haya sido invitada a actuar en el evento. Y afirmó que visitará Qatar “cuando haya cumplido todas las promesas sobre derechos humanos que hizo cuando se ganó el derecho a organizar el Mundial”.

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A su vez, enfatizó que no estará ni “he estado nunca involucrada en ninguna negociación para actuar”. La realización del Mundial en Qatar generó fuerte rechazo por parte de una gran cantidad de personas, ya que en el país del Medio Oriente castigan la homosexualidad con prisión y considera que los hombres son los tutores de sus mujeres y también tienen leyes estrictas sobre alcohol, drogas, intimidad pública y relaciones fuera del matrimonio. Otro de los detalles que no perdonan los que están en contra es que durante la construcción de los estadios e infraestructuras para la realización del Mundial en Qatar murieron más de 6.500 trabajadores inmigrantes desde el 2010, cuando el país fue elegido como sede. El Gobierno nunca se habría responsabilizado por los fallecidos.