El deporte y las enfermedades cardiovasculares guardan una relación directa y estrecha. La Asociación Americana del Corazón quizo estudiar a fondo el impacto de estas enfermedades según la condición física. Y llegaron a la conclusión que las mujeres con muslos grandes y fuertes tienen menor probabilidad de padecer una enfermedad o accidente cardiovascular.
El secreto de la fórmula es básicamente una adecuada relación entre grasa corporal y masa muscular, lo que según el estudio ayudaría de forma positiva en enfermedades tipo infartos o trombos, entre otras.
Y es precisamente la importancia de la grasa corporal lo que rescatan de la reciente investigación. Un estudio lleva 15 años de observación sobre los hábitos y parámetros de salud de hombres y mujeres, relacionados al deporte y su corazón. El objetivo principal era medir la evolución y calcular la esperanza de vida de cada grupo, divididos en cuatro: personas con baja masa muscular y baja grasa corporal, con baja masa muscular y alta grasa corporal, alta masa muscular y baja grasa corporal y finalmente, alta masa muscular y alta grasa corporal.
En una primera instancia, y como era de esperar debido a las evidencias anteriores, aquellas personas con alto nivel de masa muscular revelaron un menor riesgo de padecer enfermedades relacionadas al corazón, sin importar si eran hombres o mujeres. Pero lo que sí sorprendió al equipo investigador, fue que las mujeres con alto nivel de masa muscular y alto nivel de grasa corporal, arrojaron un mejor pronóstico de vida. Algo que, a su vez, resulta negativo en el caso de los hombres. ¿Cuál es la razón de esto?
En el caso de los hombres, por ejemplo, ese mismo parámetros es negativo, ya que la grasa se acumula en la zona abdominal, cubriendo los órganos vitales. Mientras que en las mujeres puede ser beneficioso porque la grasa se redistribuye de forma homogénea por todo el cuerpo. Lo que además ayuda a la producción de estrógenos durante la menopausia.
Por lo mismo, las mujeres con altos niveles de grasa corporal y alta masa muscular arrojaron un 42% menos de riesgo de morir de enfermedad cardíaca que aquellas con una baja masa muscular y baja grasa corporal. Es decir, tener una masa muscular elevada y una grasa corporal baja no refleja una ventaja con respecto al resto.
Al respecto, los investigadores que lideraron el estudio, confirman que la grasa que las mujeres acumulan en las caderas y muslos guarda una función protectora. Y su presencia tiene relación con niveles saludables de grasa y azúcar en la sangre. Lo que, a su vez, se refleja en un menor riesgo cardiovascular.
A partir de la menopausia, la producción de estrógenos disminuye, por lo que el cuerpo de las mujeres acude a sus reservas lipídicas para producirlo. Eso sí, rescatan resaltan que no todos los estrógenos producidos a partir de grasa sirven para protegernos de enfermedades cardiovasculares. Y es el estradiol, el que se produce a partir de la grasa almacenada en muslos y caderas, el que resulta más eficaz y protector a la hora de analizar las estadísticas.