Por más que estén de vacaciones en Balmoral junto a sus padres, Kate Middleton y el príncipe William, lo cierto es que sus hijos, George, Charlotte y Louis de Gales, no pueden siempre sentarse a la mesa junto a ellos, especialmente cuando se trata de almuerzos y cenas más formales.

Se trata de una estricta regla de la familia real británica aplicada en las reuniones familiares. Así lo confidenció, Darren McGrady, el ex chef de la casa real que reveló este detalle íntimo a la versión inglesa de Harper’s Bazaar, aprovechando de contar además el contexto en lo que se da esto. “A los niños no se les permite sentarse con los adultos hasta que dominen el arte de la conversación cortés“. Una norma que el Palacio de Buckingham y el resto de residencias de la monarquía no rompen, ni siquiera en Navidad. El período en el que se les permite ser parte de la mesa de los adultos es alrededor de la mayoría de edad, cuando también se les autoriza a asistir a los actos oficiales.

No es la primera vez que el chef que durante 15 años estuvo a cargo de servir a la reina Isabel II, cuenta los secretos de protocolo de la monarquía. Gracias a sus infidencias hemos podido saber algunos de los gustos gastronómicos de la difunda monarca. Los llamados pennies de mermelada, que son unos pequeños bocados redondos rellenos de mermelada y crema. Lo cierto es que cuando era una niña la reina solía comerlos junto con las niñeras, y cuando creció no los olvidó y los consumía habitualmente a la hora del té.

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Sentados con o sin sus padres, al parecer los pequeños de William y Kate no se aburrirán en Balmoral, a pesar de todo el protocolo que tengan que cumplir. Son sus últimos días de vacaciones antes de entrar a clases, y los acompañarán sus primas Savannah e Isla, hijas del hijo mayor de la princesa Ana, además de Mia, Lena y Lucas, hijos de la segunda hija de Ana, Zara. A este gran grupo se podrían sumar la hija de Beatriz de York, Sienna, además de August y Ernest, hijos de su hermana Eugenia. Mal no la van a pasar.