Revista Velvet | Pilar Sordo: “Hago todo lo que puedo, pero no puedo con todo”
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Pilar Sordo: “Hago todo lo que puedo, pero no puedo con todo”

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Pilar Sordo: “Hago todo lo que puedo, pero no puedo con todo”

POR Pilar Sordo | 26 junio 2021

Nadie podría negar que estamos viviendo una tragedia a nivel mundial, no solo por lo sanitario, sino también por lo social y económico que todo esto desencadena. Una situación que termina por generar en nuestras cabezas y afectos una sensación de cansancio y movilidad emocional que muchas veces es difícil de transitar.

Creo que hay palabras que debieran desaparecer de nuestro diccionario: controlar, manejar y enfrentar. Habría que cambiarlas por transitar la vida y nada más.

Nunca ha sido más real esa frase de Alcohólicos Anónimos de ir “un día a la vez” o “solo por hoy”. Si todos pudiéramos entender que desde una tragedia como esta podemos transmutar para ser mejores personas, la veríamos desde otro lugar.

Si solo entendiéramos que debemos transitar con flexibilidad, aceptación y gratitud por todo lo que nos pase en el día, sin intentar controlar lo de afuera, todo sería mucho más fácil.

Cuando nos volcamos a lo que era el año 2019, nos damos cuenta de que nuestra vida podía tener una ilusión. Solo eso. Una ilusión de control y planificación, que nos hacía creer que prácticamente todo podía ser controlado por nosotros. Esto obviamente siempre fue falso, pero vivíamos en una nube que nos permitía creer que era verdad.

Hoy, en este acercarse la muerte y a la soledad en forma “consciente”, ese velo de control se rompió y se desvaneció, quizás porque nunca hablamos de esos temas.

Ahora, según mi parecer, esto trae una gran noticia, y es que el control volvió a nuestra consciencia, volvió a nosotros y nos enseñó que lo único que controlamos es nuestra actitud, porque todo lo de afuera es un caos.

Esto me parece maravilloso, porque nos permite sentirnos responsables de nuestras vidas y poder determinar que, al final del día –más allá que haya sido bueno o malo– todo depende de cómo tú lo evalúas, y no de lo que supuestamente, en forma objetiva, te ocurrió.

Al darnos cuenta de que el control está en tu actitud, entonces podemos desarrollar desde ahí una nueva forma de mirar
y de mirarnos. Podemos empezar a ver lo que tenemos y lo que no, lo que nos falta, y desde ahí desarrollar una actitud de plenitud y gratitud frente a la vida como un proceso. Esto nos permitirá tener una visión desde el alumno que está dispuesto
a aprender de todo lo que le ocurre y podremos, sin duda, transformar el miedo por curiosidad. E ir viviendo el día a día sin grandes pretensiones, pero con la capacidad de dar lo mejor de nosotros.

En estos tiempos desafiantes, todos los días me digo una frase que puede ayudar a transitar y a ver una oportunidad
de crecimiento en todo lo que hagamos, en la medida en que seamos capaces de dar lo mejor de nosotros. La frase es “hago todo lo que puedo, pero no puedo con todo”. Así, desde ese lugar de intentar, de colocar lo mejor de uno, de aprender de cada experiencia y de cambiar la idea de control por tránsito, podemos aprovechar estos momentos para crecer, para viajar hacia adentro, para cambiar el miedo por responsabilidad y, sobre todo, por amor.

La vida no es de una sola forma; es cómo la miramos. Por lo tanto, si cambiamos nuestra manera de mirar esta experiencia, podremos descubrir todos los aprendizajes y misterios que nos trae a cada uno.

 

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