Revista Velvet | Pilar Sordo: Cuesta estar bien
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Pilar Sordo: Cuesta estar bien

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Pilar Sordo: Cuesta estar bien

POR Pilar Sordo | 09 marzo 2021

Basta tener paz y tranquilidad para que una enorme cantidad de personas empiece a sentir miedo e inquietud, y esto como consecuencia de muchos pensamientos negativos que nos inundan. “Será que algo malo me va a pasar”. “Lo bueno dura poco”. “Estoy tan feliz que me asusto”. Esas son muchas frases mal mandatadas desde la infancia y, por supuesto, desde la cultura. Es que nos enseñaron que estar bien era transitorio y estar mal era mucho más permanente.

El conectar con el bienestar pasa necesariamente con el merecimiento de nuestras propias acciones y con trabajar concientemente por mantener lo bien que nos sentimos.

Tú, que estás leyendo esta columna, me podrás contestar que estás bien o no, dependiendo de la definición que tengas de ese estado. Con la definición tradicional de que para decir que estamos bien debemos ser sin problemas, el porcentaje de personas que puede responder que sí es muy, muy bajo. En cambio, si tu definición de estar bien tiene que ver con la mirada y la interpretación de tu realidad y que se puede –y se debe– estar bien con los problemas, entonces el número de personas que contestará que sí aumentará notoriamente.

Cuando se piensa que el estar bien depende de mi mirada y no de los problemas que enfrentamos, entonces este acto queda en mis manos y en mi responsabilidad. Por lo tanto, durará lo que dure mi mirada de la situación, sin pretender que los problemas desaparezcan.

Con lo que estamos viviendo en estos tiempos, donde todo parece tan incierto y amenazante, de lo que tenemos que ocuparnos es de tener silencio interno para enfrentar las tormentas de afuera. Lo que debemos evitar es que nuestra tormenta interior se confunda con la de afuera y así perder el único control que nos queda, que es nuestra propia actitud.

Es aquí donde está el secreto del estar bien y por mucho tiempo; en el silencio interno y en mirar la tormenta desde afuera, desde el lugar que podamos, con pies firmes pero con cuerpo flexible para transitarla y así entender que se puede estar bien si uno coloca distancia, disfruta el presente. Y agradece lo que tiene, no se centra en lo que falta.

Sin duda esto no parece ser suficiente, porque igual nuestra cabeza traicionera nos llevará a aquellas definiciones que nos harán pensar que estar bien es no tener problemas, que el estar bien es transitorio, y todo lo que hemos aprendido en esta cultura del sufrimiento.

Estar bien es una conquista diaria. No solo con lo que nos pasa afuera, sino que sobre todo con lo que nos pasa en nuestra cabeza, la cual siempre estará dispuesta a boicotear cada uno de nuestros avances.

Aprendamos a definir estar bien con problemas y no sin ellos; aprendamos y entendamos que estar bien es un tema de actitud y no de realidades adversas, y sobre todo sintamos que el estar bien es una conquista que se trabaja un día a la vez y que se puede hacer todos los días, para sentir “la paz” del trabajo realizado.

Los invito a estar bien, a conquistar ese estado y a no tener miedo de mantenerlo.

 

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